En la antesala de la COP28, reunión anual de los países que son parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la atención mundial se centra en encontrar soluciones innovadoras para abordar la creciente crisis climática, agravada por el aumento de temperaturas y fenómenos meteorológicos extremos. Según el IPCC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático), las respuestas efectivas para mitigar y adaptarse al cambio climático implican un desarrollo resiliente al clima, especialmente en los sectores de alimentación y agricultura.
A pesar de que los sistemas agroalimentarios son responsables de una parte significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, también poseen el potencial de contribuir positivamente a la acción climática. Un reto clave es encontrar formas de alimentar a una población en crecimiento, a la vez que se reduce la huella de carbono y el impacto ambiental.
En este sentido, la COP28 se presenta como una oportunidad para que los líderes de gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil, trabajen y colaboren en el desarrollo y creación de soluciones concretas, acción en la que la FAO desempeña un papel destacado. Hay que decir que en esta ocasión, la reunión estará marcada por ser la primera en dedicar un día concreto a la alimentación, la agricultura y el agua.
En medio de los impactos climáticos en aumento y la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, las prácticas sostenibles en los sistemas agroalimentarios se postulan como soluciones cruciales y de gran calado, soluciones que no sólo pueden ayudar a la adaptación y a la resiliencia, también contribuirán a garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición en un mundo en el que lamentablemente, millones de personas padecen hambre.
Es necesario invertir en esas soluciones, ya que el cambio climático afecta directamente a las comunidades agrícolas, en este sentido se destaca que desde la FAO el fondo de Pérdidas y Daños será esencial para ayudar a las personas en la última etapa de este desafío, cuando la adaptación ya no sea posible, porque es algo que previsiblemente ocurrirá. La FAO respalda a aquellos países que están comprometidos con la acción climática en las negociaciones oficiales, especialmente en lo referente a la implementación de la acción climática en la agricultura y la seguridad alimentaria. Recordemos que según este estudio del Departamento de Ciencias Ambientales y la Tierra de la Universidad de Columbia, el sistema alimentario global y su industria agrícola podrían causar tanto calentamiento global como el de la actividad humana.
El informe de la FAO sobre Pérdidas y Daños y sistemas agroalimentarios, apunta cómo estas pérdidas impactan en las comunidades agrícolas y alude a la importancia de este fondo para ayudar a las poblaciones más afectadas. Realizando un balance global y un vaticinio del futuro de las acciones climáticas, lo cierto es que queda mucho camino por recorrer en la ambición global para abordar la crisis climática. Como ya han comentado otros investigadores, es necesario realizar cambios y en especial en los sistemas agroalimentarios, recordemos este estudio alemán en el que se concluía que duplicar la producción alimentaria, ahorrar agua y aumentar la capacidad de almacenaje de carbono es posible.
Como sabemos, la FAO ha liderado numerosos proyectos que logran mejorar la sostenibilidad y reducir las emisiones, pero se podría decir que es una gota de agua en un océano, ya que falta financiación para poner en marcha las soluciones, y al menos un 20% de esa financiación deberá estar destinada exclusivamente a los cambios del sistema agroalimentario. Se asegura que ahora hay un mayor entendimiento del cambio climático y cómo afecta al desarrollo global, pero ese supuesto entendimiento no se materializa en la inversión para soluciones agroalimentarias que puedan hacer frente a la crisis climática de un modo efectivo.
Es un avance que en la COP28 se considere que los sistemas agroalimentarios deben estar en el centro de la acción climática, en este sentido, os recomendamos leer este post titulado “¿Cómo reducir el impacto ambiental de una barra de pan?” para que tengáis una idea de lo que se comenta sobre este alimento e imaginar el impacto que pueden tener otros alimentos que podemos encontrar en el mercado, por ello es tan importante realizar cambios en el modo en el que se produce y consume.
A través de la página de la FAO podréis conocer más detalles acerca de las soluciones climáticas que pueden ofrecer los sistemas agroalimentarios.
Foto 1 | Makeitkenya