Es enorme el desfase que existe en el mercado de la alimentación, los precios de los alimentos se reducen, pero los consumidores no lo apreciamos, esta es la noticia que podemos conocer a través de los datos proporcionados por el Observatorio de Precios del MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación). Según este observatorio, los alimentos de la cesta de la compra se redujeron una media en torno al 8,9% en su origen, sin embargo, tan sólo se redujeron un 0,5% en los comercios.
Se pueden nombrar algunos ejemplos, la reducción del precio de las anchoas que, a pesar de ser casi un 20% más baratas en la lonja, alrededor de los 2,5 euros el kilo, los consumidores la pagaron más cara que en semanas anteriores, a 8,13 euros el kilo. Se aprecia claramente dónde se queda la diferencia del precio de compra de origen y el precio de venta en los comercios.
Recordemos el post Francia contra los márgenes de los intermediarios, en él conocíamos que las actuaciones del Gobierno francés se encaminaban a reducir la elevada desproporción que existe con respecto a los precios de venta de origen y los precios en los comercios para el cliente final. Dada la situación, la iniciativa pretende investigar los abultados márgenes a fin de evitar los abusos y se comenzará por aquellos productos cuyas subidas de precio hayan captado mayor expectación.
En nuestro país, la distorsión de los precios es tan o más elevada que la que se da en el país galo, sin embargo, sólo contamos con informes que indican cuál es la situación de algunos alimentos, pero no se toman iniciativas que la cambien. Cualquier consumidor puede acceder a los datos que proporciona el Observatorio de Precios español y comprobar lo que ocurre realmente, la lista de productos que se encuentran en una situación de márgenes que pueden considerarse especulativos es muy amplia y contempla todo tipo de alimentos, pero especialmente aquellos que se consideran frescos.
Más ejemplos, las patatas redujeron en un 7,14% el precio de venta desde el agricultor, sin embargo, los consumidores las hemos pagado un 1,28% más caras, lo mismo ocurre con las acelgas, que se abarataron igual que las patatas y nosotros las hemos pagado solamente un 0,62% más baratas. Brutal resulta comprobar que la carne de ternera se pagaba en origen a 3,49 euros el kilo y que nosotros la podemos encontrar a unos 15 euros en los comercios y eso en el mejor de los casos, ya que hay quien cobra todavía más.
Ante esta situación, Josep Puxeu, el secretario general de Agricultura y Alimentación, indica que España realiza desde hace tiempo las mismas actuaciones que ahora el Gobierno francés implanta, esto es absurdo, ¿cómo puede manifestar esto cuando hemos asistido a todo un año de continuas subidas en los precios sin que el MAPA haya movido un dedo?
Parece una tomadura de pelo, la única solución es formar coalición entre productores y consumidores, quizás así los intermediarios entren en razón y opten por reducir tan escandalosos márgenes.
Vía | El Mundo
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