Primero podíamos saber que se recomendaba que la industria alimentaria promoviera los alimentos transgénicos, era una recomendación que realizaba Owen Paterson, Ministro de Medio Ambiente, Alimentación y Desarrollo Rural del Reino Unido. Posteriormente conocíamos las declaraciones de Jack Bobo, asesor de biotecnología del Gobierno de Estados Unidos, el asesor explicaba que una crisis alimentaria en Europa favorecería la introducción de los alimentos modificados genéticamente. Parece que se dibuja una línea de trabajo para que se introduzcan este tipo de alimentos de una u otra forma, se argumenta la rentabilidad y la productividad, la contribución a garantizar la alimentación mundial en las próximas décadas, el respeto medioambiental al reducir el uso de productos fitosanitarios, etc. Ahora conocemos una nueva recomendación realizada por John Stevenson, el presidente de la APPG declara que los políticos deben promover los alimentos transgénicos.
Parece que se han puesto de acuerdo el Ministro de Medio Ambiente, Alimentación y Desarrollo Rural y el presidente de la Organización Parlamentaria de todos los partidos y el Grupo de Elaboración de Bebidas del Reino Unido. La APPG tiene por cometido examinar las cuestiones que preocupan a la industria de los alimentos y bebidas y crear conciencia de estas preocupaciones en el Parlamento británico. Con esto se pretende crear un foro de debate y diálogo sobre temas relacionados con la fabricación de alimentos y bebidas, asegurar que los parlamentarios están perfectamente informados de todo lo que acontece y afecta a la industria agroalimentaria, y promover sus intereses en este marco. Pues bien, parece que ahora un interés principal se centra en los alimentos transgénicos y persiguen que los políticos promuevan y faciliten la introducción de este tipo de alimentos mediante diferentes actuaciones.
John Stevenson entiende que la promoción de alimentos transgénicos debe estar encabezada por los dirigentes políticos y declara que le brinda todo el crédito a la secretaría de Estado para volver a debatir sobre el tema. El presidente de la APPG sospecha que la industria no quiere tomar la iniciativa y entiende las razones, por ello la responsabilidad se deriva al campo académico, público y político. Se podría decir que no se quieren mojar por miedo a perder ventas, aunque hay que recordar que algunas empresas ya mostraron claramente su postura en esta cuestión, como por ejemplo la advertencia lanzada por Wm Morrison Supermarkets plc, una de las cadenas de supermercados más importantes del Reino Unido, la empresa declaraba que rechazar los alimentos transgénicos provocaría un incremento del precio de los productos alimentarios, por ello relajaba su política alimentaria en materia de alimentos modificados genéticamente.
Anteriormente ya había manifestado una postura similar la cadena de supermercados del Reino Unido Asda, son dos empresas y se espera que se sumen otras bajo el argumento de que la oferta de ingredientes alimentarios se reduce. De hecho, podemos recordar las declaraciones de Ulrick & Short, es una compañía que provee a la industria alimentaria con fibras, almidón, proteínas y harinas de maíz, trigo, etc. Según esta empresa es difícil encontrar materias primas alimentarias tradicionales para garantizar el abastecimiento, la razón argumentada es que las materias primas transgénicas mantienen una expansión imparable. Por el momento la compañía aseguraba que haría lo posible por suministrar materias primas tradicionales y para ello se nutría del mercado asiático, pero ¿hasta cuándo sería viable esta solución?, y más sabiendo que la industria biotecnológica tiene una gran penetración en este mercado.
Pero el grueso de la industria agroalimentaria de ese país no manifiesta su postura, al menos no claramente, como hemos indicado parece que el temor a perder cuota de mercado es una de las principales causas, por ello se pretende derivar el tema para que sean los líderes políticos los que encabecen el trabajo para lograr la introducción de los alimentos transgénicos y que los consumidores los acepten de buen grado. Hay que recordar que Owen Paterson declaraba que era el momento de relajar la política en materia de transgénicos ahora más que nunca, apuntando un momento dulce en el que los consumidores del país son un poco más receptivos, evidentemente esta es una opinión, los activistas indican lo contrario.
Es evidente que se persigue dar vía libre a la producción de alimentos transgénicos en el Reino Unido, según las declaraciones, producirlos permitirá no descolgarse de la carrera biotecnológica, ser más competitivos y obtener mayores rendimientos económicos, por otro lado, no se tendrá que depender de los cultivos foráneos, aunque este punto es otra cuestión a tratar. De momento se pide que la política respalde los alimentos modificados genéticamente, y se vuelve a argumentar que cada vez hay más consumidores que los aceptan y que el resto de consumidores que tienen dudas, que lo acepten por los beneficios resultantes.
No se puede esperar, el presidente de la APPG indica que si no se actúa ya, el país quedará relegado en la carrera de la tecnología de los alimentos, en la producción y autoabastecimiento, afirma que no se puede esperar otra década ya que los beneficios de aplicar esta tecnología se habrían ido a otros países. Suponemos que lo de la década se cita por el ex primer Ministro Tony Blair que ya intentó en la década de los 90 introducir los alimentos transgénicos, pero ante la negativa general de la población, el tema se aparcó.
Finalmente, a través de Food Manufacture podemos saber que el presidente de la APPG, recuerda que BASF anunció en su momento que abandonaba y se olvidaba de seguir esforzándose por lograr la autorización comunitaria de sus alimentos transgénicos. La compañía argumentaba que la incertidumbre del entorno normativo y las amenazas de destrucción de los cultivos eran motivos de peso para esforzarse en otros países olvidándose de la Unión Europea. Esta última declaración no servirá para forzar la aceptación por parte de la población, pero parece que sí afecta a algunos los políticos.
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