Varios investigadores de todo el mundo, trabajan para determinar si los microplásticos y nanoplásticos pueden afectar a la salud humana, poco a poco se está demostrando que estas partículas plásticas que la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) consideró poco probable que perjudicaran a los consumidores, son en realidad perjudiciales y afectan al organismo humano de diferentes formas.
En el año 2019 conocimos una investigación realizada por expertos de la Universidad de Utrecht, en la que se concluía que las partículas plásticas provocaban que las células inmunes al fagocitarlas, murieran poco después, algo que no ocurre habitualmente cuando fagocitan bacterias y otros cuerpos extraños. Ahora, una investigación realizada por expertos de la Universidad Estatal de Florida (Estados Unidos), ha descubierto que los microplásticos y nanoplásticos afectan a las células pulmonares humanas, alterando su forma y desacelerando su metabolismo.
Como sabemos, existe una creciente preocupación por la contaminación de microplásticos y nanoplásticos, ya que se trata de materiales que están presentes en los alimentos, el agua, la tierra, el aire, etc. Por ello, existen diferentes vías de investigación en relación a la ingesta de microplásticos a través de la alimentación, su inhalación a través del aire, cómo pueden afectar al desarrollo de los cultivos (recordemos que están presentes en gran cantidad en los suelos agrícolas)…
Los expertos comentan que basta con estar expuestos a los microplásticos durante unos días (a través de la inhalación) para que las células pulmonares humanas ralenticen su metabolismo y crecimiento, cambien de forma y se desagrupen, provocando la aparición de huecos en lo que normalmente sería un conjunto compacto de células. Este descubrimiento obliga a realizar estudios a largo plazo para determinar sus efectos, en especial a quienes padecen algún tipo de afección. En el campo de la alimentación, se sigue trabajando para determinar cómo afectan estas partículas plásticas al sistema digestivo y qué ocurre si acaban en el torrente sanguíneo, de momento no se han dado a conocer datos, pero seguramente no se tardará mucho.
Los investigadores comentan que los seres humanos quieren llevar una vida sana, por eso es necesario pensar en el modo de minimizar los posibles efectos adversos de las partículas plásticas. Aunque la investigación de la que hablamos no guarda relación con la alimentación, sus resultados pueden ser de gran ayuda para determinar si el microplástico provoca efectos parecidos a las células de otros órganos que están relacionados con el sistema digestivo.
En este trabajo los expertos centraron su interés en el poliestireno, material común presente en cajas, cubiertos desechables, artículos médicos y un largo etcétera. Este material es muy utilizado por su resistencia, lo que hace que sea persistente en el medioambiente, para hacernos una idea, una bandeja de poliestireno puede tardar hasta 500 años en degradarse. El caso es que esa degradación lenta, libera partículas al aire que pueden acabar en los pulmones de las personas provocando los efectos antes comentados, los expertos apuntan que no matan a las células, pero provocan que actúen de forma anormal, y eso afecta al buen funcionamiento pulmonar y a la salud de las personas en general, podéis conocer más detalles de esta investigación en este artículo publicado en la página de la universidad.
Son muchas las cuestiones que se deben abordar, por ejemplo, la absorción y transferencia de sustancias químicas peligrosas presentes en las partículas de plástico, o los efectos de las biopelículas en la absorción y distribución por el organismo a través de varias vías de entrada. Lamentablemente y hasta el momento, existen muchas lagunas de conocimiento que obstaculizan la evaluación de los riesgos de los microplásticos para la salud humana, aunque los seres humanos están muy expuestos a estos materiales a través del agua potable, los alimentos, los envases de plástico y la contaminación del aire, entre otras vías, es un tema poco estudiado que merece especial atención.
Muchos investigadores consideran que se debe entender mejor y en términos de efectos crónicos a largo plazo, cómo afectan microplásticos y nanoplásticos a nuestra salud y en ello trabajan.