Uno de los peligros que los científicos han destacado de los alimentos modificados genéticamente como el maíz transgénico, la soja transgénica, etc., es la posibilidad de que los insectos que atacan estos cultivos logren desarrollar resistencia y sean capaces de comerse las plantas transgénicas sin que les afecte lo más mínimo. En otras ocasiones ya hemos indicado que los alimentos biotecnolígicos podrían soportar las plagas, pero antes o después los insectos terminarían haciéndose resistentes a la acción del gen introducido en las plantas y procedente del Bacillus thuringiensis, un bacilo que produce una proteína tóxica mortal para insectos y nematodos. Pues bien, hoy podemos saber que los insectos han desarrollado resistencia al maíz transgénico, concretamente unos gusanos que se alimentan de las raíces de las plantas de maíz modificado genéticamente.
Al parecer, el gusano se ha detectado en cuatro plantaciones del estado Iowa (Estados Unidos), campos en los que desde hacía tres años se cultivaba el maíz, algo que no es habitual según indican los expertos, ya que se suele rotar el tipo de cultivo en los campos para no empobrecer el terreno. En todo caso, parece que esto ha propiciado que los insectos desarrollen resistencia a los transgénicos y puedan alimentarse con un “maíz insecticida”, no es algo que nos sorprenda ya que todo ser vivo lucha por sobrevivir e intenta adaptarse a las condiciones del entorno. Es un problema del que ya se tenía constancia, como decíamos antes o después aparecería. Los investigadores indican que esta situación reduce los beneficios que ofrecía este tipo de cultivos, es decir, se deberá volver a utilizar productos fitosanitarios y plaguicidas, como con los cultivos tradicionales, para frenar a los insectos y nemátodos.
Los agricultores temen que los gusanos puedan alcanzar otros cultivos y extenderse, dando lugar a una nueva plaga y haciendo que sirva de poco cultivar maíz modificado genéticamente para incrementar la supuesta rentabilidad, y decimos supuesta porque como ya sabemos, en condiciones normales, sin plagas, el maíz transgénico es igual de productivo que el maíz convencional, de ello nos hablaba Pere Arús, investigador agroalimentario del IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Alimentaria), en el post Ventajas e inconvenientes de los alimentos transgénicos (III). El experto indicaba que el maíz transgénico es hasta un 15% más productivo en aquellas zonas donde existe taladro, pero si no existe taladro no son más productivos.
Pero sin desviarnos del tema, en el estudio publicado por Aaron Gassmann, un entomólogo de la Universidad de Iowa, alerta de que el maíz modificado genéticamente por Monsanto ha perdido efectividad, pero además no se conoce exactamente el número de especies de insectos que han logrado desarrollar resistencia a los transgénicos, es lógico pensar que otros insectos y nemátodos pueden estar siguiendo el mismo proceso de adaptación. Las pruebas que el entomólogo ha realizado en el laboratorio han demostrado que la Bt no afecta a los gusanos y además, esta resistencia se transmite a las siguientes generaciones. Estos resultados replantean el sistema de cultivos transgénicos y su gestión.
Evidentemente Monsanto ya se ha pronunciado al respecto e indica que la mayoría de sus clientes siguen obteniendo buenos rendimientos con sus cultivos, es como si restara importancia a este hecho. Quizá ya lo tenía previsto y es posible que en breve lancen al mercado una nueva variedad de maíz transgénico que contenga varios genes. Recordemos que hace unos años Monsanto y Dow Chemical llegaban a un acuerdo de colaboración para desarrollar la nueva variedad de maíz transgénico SmartStax, maíz que incorpora hasta ocho genes distintos, nada que ver con el maíz Mon 810. Se trata de un maíz con el que indican que se puede soportar la acción de diferentes herbicidas, enfermedades e insectos, algo que nos hace pensar que antes o después se acabará abandonando el cultivo del maíz transgénico Bt, por problemas como el que hemos conocido.
Quizá Monsanto termine agravando más el problema, con nuevos alimentos modificados genéticamente más resistentes, se pueden crear insectos más resistentes que sean capaces de acabar con cualquier cultivo y sin que ningún producto fitosanitario pueda acabar con ellos. Podríamos hacer una comparativa con la resistencia a los antibióticos que están desarrollando algunas bacterias, será interesante retomar la lectura del post Carne contaminada en Estados Unidos.
Lo único que ha hecho Monsanto es recomendar a los agricultores que roten los cultivos y que utilicen la nueva variedad de maíz transgénico SmartStax del que hemos hablado. No sería extraño que el mismo problema se produjera en los campos españoles, recordemos que el cultivo de maíz modificado genéticamente en nuestro país es importante. Puedes obtener más detalles de la noticia en el estudio científico publicado en PubMed.
Foto | Danellesheree