En el año 2018 Suiza actualizó su legislación sobre el bienestar animal, introduciendo cambios como la obligación de aturdir a los crustáceos antes de cocinarlos, con ello se buscaba evitar que padecieran un sufrimiento innecesario, ya que varias investigaciones demostraban que los crustáceos sufrían dolor, de ello hablábamos aquí. En ese mismo año, en Reino Unido se consideró también modificar la legislación sobre bienestar animal con el mismo objetivo que en Suiza, de ese modo quedaría prohibido introducir los crustáceos vivos en agua hirviendo para cocinarlos.
El caso es que el Gobierno del Reino Unido encargó a la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres (London School of Economics and Political Science) que llevará a cabo una revisión de la documentación científica para determinar si moluscos, cefalópodos y crustáceos decápodos (cangrejos, langostas, bogavantes, cigalas, etc) tenían la capacidad de sentir dolor. Según los resultados del estudio, existen claras evidencias de que estos animales experimentan angustia y dolor, por lo que se ampliará la protección y los crustáceos decápodos y los moluscos cefalópodos no podrán ser cocinados vivos en un futuro a corto plazo.
En el estudio se han revisado más de 300 investigaciones científicas y en base a los resultados, se ha llegado a la conclusión de que los moluscos cefalópodos y los crustáceos decápodos deben considerarse sensibles, por lo que deben ser protegidos en el marco del proyecto de ley de bienestar animal. Los responsables del estudio comentan que con esta iniciativa, Reino Unido puede liderar el bienestar animal protegiendo a estos animales invertebrados que han sido siempre ignorados por no poseer columna vertebral y, por tanto, considerar que no eran sensibles al dolor.
La revisión realizada ha analizado las posibles implicaciones para el bienestar de las prácticas comerciales actuales con estos animales, e incluye sugerencias sobre las mejores prácticas de transporte, aturdimiento y sacrificio. La enmienda del proyecto de ley reconoce como sensibles a los animales citados y en principio no afectará a la legislación o prácticas de la industria como la pesca, no supondrá un impacto directo en la pesca de mariscos o en la industria de restaurantes, la enmienda tiene como objetivo garantizar que el bienestar animal se considere de forma adecuada para decisiones futuras.
Desde el Gobierno del país se anuncia que cuando el proyecto de ley sea definitivamente ley, se establecerá un Comité de Sensibilidad Animal responsable de emitir informes sobre si las decisiones gubernamentales han tenido en cuenta el bienestar de los animales sensibles, informes a los que deberán responder los ministros oportunos en el Parlamento. De momento, la ley no ha entrado en vigor y es de suponer que las prácticas de cocina habituales se seguirán llevando a cabo, pero, ¿cómo se controlará que se respetan las directrices de bienestar animal con los crustáceos decápodos y los moluscos cefalópodos?
Jonathan Birch, profesor asociado del Centro de Filosofía de las Ciencias Naturales y Sociales de la London School of Economics and Political Science, comenta que la enmienda también ayudará a eliminar una gran inconsistencia, ya que los pulpos y otros cefalópodos han estado protegidos por la ciencia durante años, pero no han recibido protección alguna fuera de este ámbito. Podéis conocer todos los detalles de la noticia a través de este artículo publicado en la página de la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, y en este otro publicado en la página del Gobierno del Reino Unido.
Foto 2 | Lars Plougmann