Los consumidores valoran más el bienestar animal que la sostenibilidad

A la hora de comprar carne y productos lácteos, los consumidores valoran más el bienestar animal que la sostenibilidad, así se concluye en un estudio realizado por expertos de la Universidad de Portsmouth (Inglaterra). Se apunta, además, que a pesar de que la sostenibilidad se considera importante, otros factores como el sabor y la calidad son prioritarios en las decisiones de compra. Estos resultados ratifican estudios anteriores, como el realizado por Klaus Grunert, profesor de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) y que podéis leer aquí.

Los investigadores explican que los consumidores valoran especialmente la información que aparece en las etiquetas alimentarias sobre el bienestar animal, la seguridad alimentaria, la salud y el carácter nutricional. Se trata de hallazgos que pueden ayudar a las empresas alimentarias a comercializar productos alimenticios sostenibles de un modo más efectivo, haciéndolos más atractivos a ojos de los consumidores.

En el estudio que se ha llevado a cabo en cinco países europeos, Suecia, Suiza, República Checa, Reino Unido y España, se planteó identificar los atributos más importantes para los consumidores al comprar carne o productos lácteos. Para ello, se llevó a cabo una encuesta online en la que participaron 3.192 consumidores, que debían calificar en una escala de 1 a 5 la importancia de 18 factores diferentes al comprar los alimentos mencionados.

Los atributos evaluados fueron los siguientes:

Atributos Generales: frescura, calidad/sabor, alimentación saludable, nutrición, precio, procesamiento, ofertas especiales, conveniencia de uso/preparación y familiaridad con la marca.

Atributos de Bienestar Animal: bienestar animal, crianza al aire libre/en libertad y alimentación a base de pasto.

Atributos de Sostenibilidad Ambiental: producción local, embalaje sostenible, food miles (distancia del transporte de la comida desde su lugar de producción hasta la mesa del consumidor), huella de carbono y sello ecológico.

Sostenibilidad Social: comercio justo o pago justo al productor y al agricultor.

Según los resultados de la encuesta, en todos los países los consumidores priorizan la frescura, la calidad, el sabor y el bienestar animal, siendo cuestiones a las que se les brinda mayor importancia, de hecho, otros estudios apuntan que los consumidores estarían dispuestos a pagar más para garantizar el bienestar de los animales productores de alimentos.

En todos los países encuestados los consumidores avalan consistentemente la frescura, la calidad, el sabor y el bienestar animal como los atributos más importantes. Por el contrario, factores ambientales como el trayecto y recorrido de los alimentos, la huella de carbono y la producción ecológica, se consideraron menos influyentes en las decisiones de compra de los consumidores, aunque hay que decir que las etiquetas de sostenibilidad son reconocidas como útiles.

Los expertos comentan que el estudio destaca la compleja interacción de factores que influyen en el comportamiento de compra del consumidor a la hora de adquirir carne y productos lácteos. También pone de manifiesto que es importante que en las estrategias de etiquetado aborden múltiples aspectos de los atributos de los alimentos, más allá de las consideraciones ambientales.

Los resultados pueden ser de gran utilidad para los legisladores y reguladores en materia de políticas alimentarias, también para las empresas, productores y minoristas que buscan satisfacer las cambiantes demandas de consumo hacia la compra de productos más sostenibles.

Los expertos afirman que las etiquetas por sí solas no son suficientes para cambiar el comportamiento de los consumidores, especialmente para los que tienen poca o ninguna intención de comprar carne y productos lácteos sostenibles. Por ello, los resultados de este estudio deberían servir para poner en marcha políticas adicionales que ayuden a la elección de productos alimenticios producidos de forma sostenible.

Podéis conocer todos los detalles del estudio a través de este artículo publicado en la página de la Universidad de Portsmouth y en este otro publicado en la revista científica Food Quality and Preference.

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