Hace unas semanas podíamos saber que la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos) no veía la necesidad de crear una nueva regulación para la carne de laboratorio porque se podía regular utilizando los marcos regulatorios existentes, cuestión que no gustó al sector de la ganadería tradicional porque no quiere que la carne de cultivo se denomine ‘carne’ y pide la aplicación de nuevas normas regulatorias para esta creciente industria. La FDA preparó una serie de preguntas para el debate sobre la regulación de la carne de cultivo el pasado 12 de julio en una reunión con las empresas que se dedican a la investigación y desarrollo de la carne limpia y sostenible.
Hoy podemos saber que Consumer Reports ha llevado a cabo una encuesta entre los consumidores, cuyos resultados debería tener en cuenta la FDA y todas las empresas que se dedican a la producción de carne a partir del cultivo de células. Según los resultados obtenidos, los consumidores quieren un etiquetado que distinga claramente la carne de laboratorio, es decir, esta carne debe diferenciarse claramente a través de las etiquetas alimentarias de la carne convencional para poder tomar decisiones de compra informadas. Aunque algunos consideren que la carne es carne, sea de granja o de laboratorio, y que sólo se diferencian por el método de producción, los consumidores no lo tienen tan claro.
Los resultados de la encuesta telefónica realizada por Consumer Reports son bastante significativos, un 49% de los encuestados querían que en el etiquetado apareciera la explicación de cómo se ha producido la carne, además, un 40% manifestaba que se debería llamar algo más que carne, por ejemplo “carne de laboratorio”, sólo un 5% de los encuestados consideró que el producto debía identificarse en la etiqueta como “carne” sin más explicaciones, considerando que carne tradicional y de laboratorio son lo mismo.
Como decíamos al principio, el pasado 12 de julio la FDA se reunió con las empresas que producen carne de laboratorio, en esta reunión participó Michael Hansen, un científico de Consumers Union, una de las divisiones de trabajo de Consumer Reports, que expuso algunos posibles riesgos en la producción en la carne de laboratorio, como la posibilidad de que la solución nutritiva a base de vitaminas, lípidos, aminoácidos y hormonas de crecimiento, incluido suero fetal de ternero, donde se cultivan las células animales para crear la carne de laboratorio, pueda contaminarse de bacterias, virus, hongos, etc., responsables de causar todo tipo de enfermedades. Esta cuestión y otras, fueron señaladas en la mencionada reunión, podéis leer aquí (Pdf) el documento.
Otro dato interesante a mencionar en base a los resultados de la encuesta es que a la hora de proporcionar a los encuestados una lista con siete términos descriptivos para la ‘carne limpia y sostenible’ según la denominan las empresas, un 35% de los consumidores eligió utilizar “carne cultivada en un laboratorio”, un 34% eligió la descriptiva “carne sintética o artificial”, “carne cultivada” obtuvo un 11%, de elecciones, carne limpia un “9%” y carne “in vitro” un 8%. En base a estos resultados y a los posibles problemas de seguridad señalados como el antes descrito, Consumers Union instó a los reguladores federales a exigir pruebas de seguridad concretas que no aparecen en la regulación actual para el mercado de los productos cárnicos cultivados con células.
Consumer Reports considera que no se debe permitir que la industria de la carne de laboratorio aproveche la existencia de un vacío legal, la carne que producen es diferente a la tradicional, al menos en lo que respecta al sistema de producción, lo que debería obligar a la creación de un marco regulatorio diferente. Hay que decir que, según las actuales regulaciones, se permite a los productores de alimentos evitar la aprobación de una nueva sustancia alimenticia como aditivo alimentario. Por tanto, una compañía que quiere introducir una nueva sustancia en los alimentos, puede evaluar la seguridad de dicha sustancia a través de su propio panel de científicos y no está obligada a notificar a la FDA los resultados de su revisión, algo que ciertamente no tiene sentido.
Consumer Reports es una organización sin ánimo de lucro y con carácter independiente que trabaja en favor de los intereses de los consumidores, persiguiendo la transparencia y equidad en el mercado. La organización lleva a cabo todo tipo de análisis e investigaciones a fin de informar sobre las decisiones de compra, la mejora de productos y servicios ofrecidos por las empresas, así como la promoción de prácticas competitivas regulatorias justas. Esta organización ha sido la primera en someter la carne cultivada producida en un laboratorio, que actualmente se encuentra en una fase de investigación y desarrollo, a encuestas e investigaciones para saber qué opinan los consumidores.
Aunque esta industria y organizaciones como Good Food Institute, organización que trabaja con investigadores, inversores y empresarios para el desarrollo de proyectos alimentarios innovadores, seguros y respetuosos con el medio ambiente, aseguren que se debe hablar de carne limpia y sostenible y no de carne de laboratorio, parece que los consumidores no opinan lo mismo, quieren que se identifique claramente el producto en las etiquetas alimentarias utilizando descriptivas como carne de laboratorio, sintética o artificial y, además, que se informe claramente sobre el proceso de producción.
¿Tendrá en cuenta la FDA esta información? Debería tenerla e incluso realizar nuevas encuestas que ratifiquen los resultados de la realizada por Consumer Reports. Podéis conocer todos los detalles de la noticia a través de este artículo de Consumers Union.