La FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos) ha lanzado una consulta pública sobre el uso de términos lácteos en las bebidas vegetales, con esta iniciativa pretenden saber si los consumidores estadounidenses se sienten confundidos con las bebidas vegetales. En la consulta se invita a que los consumidores comenten sobre el etiquetado de los productos elaborados con materias primas vegetales que se presentan en sus etiquetas descriptivas como “leche”, “yogur”, “queso”, etc. La agencia quiere saber si conocen y entienden las diferencias entre la leche de vaca y la “leche” de almendras, avena, nueces, etc.
La información recabada servirá para configurar un borrador para el etiquetado de los alimentos elaborados con materias primas vegetales sustitutivos de los productos lácteos, proporcionando mayor transparencia y claridad sobre qué etiquetado es el más apropiado para este sector. Recordemos que desde hace tiempo se insta a la FDA a que se cumpla la normativa de identidad de la leche 21 CFR § 131.110 (Pdf), normativa en la que se describe qué es la leche, de dónde y cómo se obtiene, los procesos a los que se somete, el método empleado para analizar su composición, etc.
Tanto fabricantes como legisladores consideran que el uso del término “leche” y otros correspondientes a otros productos lácteos por parte de la industria de las bebidas alternativas, perjudica a la industria láctea, confunde a los consumidores y, además, es una violación de la normativa de identidad de la leche. En su momento, la justicia determinó que un consumidor con sentido común no confundiría la “leche” de soja con la leche de vaca, por otro lado, el hecho de que exista una normativa federal de la identidad de la leche no implica la exclusión categórica del uso del término por otras empresas, de todo ello hablábamos aquí.
La industria de las bebidas vegetales también pidió a la FDA que se detengan los ataques de la industria láctea a este sector por el uso de los términos lácteos, ya que los productos que elabora están perfectamente etiquetados con su nombre común o habitual. Esta particular guerra entre ambas industrias se ha mantenido y en 2017 se presentó un Proyecto de Ley cuyo cometido era prohibir que la industria de las bebidas vegetales utilizase términos asociados a la industria láctea. Se argumentaba que esta industria se aprovechaba del ‘buen’ nombre de los productos lácteos para beneficio propio engañando a los consumidores, aunque lo del engaño nunca lo han podido demostrar.
Lo cierto es que la industria láctea estadounidense considera al sector de las bebidas vegetales una amenaza, posiblemente porque a medida que pasan los años, el consumo de leche de vaca se reduce significativamente en Estados Unidos, mientras que el consumo de bebidas de origen vegetal crece a un ritmo frenético. Algunos expertos como David Sprinkle, director de Packaged Facts y autor del libro ‘Terminology Tempest in the Dairy Case’, consideraban que la industria láctea debería centrarse en la innovación y en el desarrollo de productos que satisfagan las necesidades y exigencias de los consumidores, en vez de estar vigilando a la industria de las bebidas vegetales y mantener esa lucha por evitar que utilicen términos que consideran propios.
Los consumidores que adquieren las bebidas vegetales no lo hacen por confusión, las compran por distintas razones, por sostenibilidad, por salud, por tener determinadas alergias o intolerancias, por el sabor, etc. Es difícil que un consumidor confunda la bebida vegetal de almendras con la leche de vaca, ya lo decía el juez que desestimó las alegaciones de una empresa láctea contra un fabricante de bebidas alternativas por utilizar la descriptiva ‘leche de soja’, asegurando que designar a la bebida a base de soja como “leche de soja” no violaba las leyes federales. Pero la industria láctea ha persistido en su lucha, a pesar de que no ha proporcionado pruebas creíbles de que exista tal confusión.
En la consulta de la FDA que podéis conocer aquí, se explica que se quiere dar claridad al tema y por ello se cuenta con la participación de la población y las partes implicadas, la encuesta estará online hasta el próximo 27 de noviembre, posteriormente (ya veremos cuanto tiempo tarda la FDA) presentará el borrador en el que se determinará cómo se deben etiquetar los productos de origen vegetal que actualmente utilizan términos lácteos. A la industria láctea le debería quedar clara una cuestión, aunque se logre eliminar el uso de los términos lácteos de los productos vegetales, esto no contribuirá a frenar el aumento del consumo de estas bebidas y tampoco se logrará restaurar la cuota de mercado que ha perdido en los últimos 15 años.