Hoy hemos leído dos artículos sobre los cocineros de televisión y sus buenas prácticas higiénicas, sobre lo que hablan más bien es sobre la ausencia de estas buenas prácticas, del ejemplo que dan los cocineros mediáticos a todo el que le ve.
En primer lugar surge la noticia el pasado domingo sobre la denuncia de la Asociación de Cocineros y Reposteros de la Costa del Sol (ACYRE) sobre la deficiente profesionalidad de los cocineros de televisión y sus buenas prácticas higiénicas. La mayoría de los cocineros que presentan espacios gastronómicos salen sin gorro, con anillos o relojes, con trapos de tela que ‘están prohibidos’ para determinados usos… estas y muchas otras cosas están fuera de la guía de buenas prácticas higiénico-sanitarias en restauración.
Según el presidente de ACYRE, y seguramente muchos más opinarán lo mismo, esto es una traba a la hora de que los alumnos de las escuelas de cocina, e incluso algunos cocineros establecidos en cocina, aprendan y ejerzan su labor cumpliendo las normas de higiene alimentaria y limpieza, trazabilidad de los alimentos, etc. No sólo eso, los jóvenes pueden formarse una idea equivocada de lo que es el oficio de cocinero, siendo éste un trabajo de mucho esfuerzo, constancia y dedicación.
Por otro lado, imaginamos que después de leer este artículo, Caius Apicius escribe una columna en la que pone dos claros ejemplos, el impoluto Karlos Arguiñano como el mejor ejemplo de ‘cocinero limpio’ y Jamie Oliver como el ‘cocinero guarro’, así lo define.
Está claro que si el autor de este artículo ve el vídeo que publicamos ayer sobre el Salmón a la barbacoa de Jamie Oliver, insistirá en que sería incapaz de probar la cocina del cocinero británico. Es natural que se critiquen las malas prácticas en televisión porque no deja de ser una fuente influenciable, igual que cuando hablamos de la publicidad o de la programación infantil, pensándolo bien es raro que no haya sucedido antes, o que no se haya oído más.
Obviamente no es higiénica la cocina que en ocasiones nos muestra Jamie Oliver, volvemos al mismo ejemplo del vídeo mencionado antes, donde la verdad es que tiran para atrás las uñas ‘ennegrecidas’ del cocinero, pero ya sabéis lo que nos gusta la cocina de Jamie Oliver, así que en lo que nos vamos a fijar es en lo que bueno que nos puede enseñar. Y sinceramente, ¿es posible que alguien crea que actúa igual en los fogones de su restaurante que en sus característicos programas de televisión?
Desde luego que a los jóvenes hay que darles ejemplo y seguramente muchos cocineros de televisión y sus buenas prácticas higiénicas dejan mucho que desear. En Canal Cocina vemos muchos cocineros que incumplen las normas de higiene realizando prácticas que fácilmente fomentarían la contaminación cruzada, pero entendemos que en ocasiones no les montan las cocinas como les conviene ni les dan el tiempo que necesitan, aunque del mismo modo somos conscientes que algunos de ellos trabajan en sus cocinas como podemos ver en la tele, también lo hemos visto en concursos de cocineros, en ponencias de grandes chefs… la verdad es que en la teoría, las manos del cocinero son la herramienta más limpia de la cocina, cosa que por desgracia, no siempre sucede.