¿Los citricultores deben pagar por los limones que no van a vender? Esta es una de las opciones que tienen los productores para que la industria se lleve los limones, la otra es dejarlos en el suelo para que se pudran. Es algo inconcebible y vergonzoso, no sólo deben asumir los costes de producción anual, también un gasto extra para recoger esa parte de la cosecha que no se puede comercializar por diferentes motivos, por ejemplo, que la fruta no cumple con los estándares de mercado.
La organización agrícola ASAJA Alicante habla de un lamentable cierre de la campaña 2023/2024 del limón fino, siendo la peor de su historia en cuanto a rentabilidad se refiere, recordemos que según el Índice de Precios de Origen y Destino de los alimentos (IPOD), durante los últimos siete meses la diferencia del precio que se paga a los citricultores por los limones y el precio que pagamos los consumidores, ha sido claramente especulativa, superando hasta en más de 14 veces su valor en el campo.
Por tanto, los citricultores no sólo se han enfrentado a precios ruinosos por debajo de los costes de producción, ahora deben elegir si dejar que la fruta se pudra en los campos o pagar 12 céntimos para que la industria los retire, es decir, casi tanto como lo que les pagaron los intermediarios por kilo de limones que cumplían con los estándares de mercado. Según ASAJA Alicante, se trata de una situación desleal generada hacia los productores surgida por las prácticas (especulativas) dentro de la cadena de valor del limón.
Como se puede comprobar en el IPOD, el precio de los limones se ha mantenido más o menos constante para los consumidores, aunque en el campo han fluctuado a la baja perjudicando cada vez más al sector. Curiosamente, se produjo un ligero aumento del 3% en las exportaciones respecto a la campaña de 2023, pero los agricultores han recibido hasta un 48’5% menos por sus limones de primera calidad, teniendo que abandonar en los campos aquellos limones de segunda calidad o pagar para que se los lleven.
Para ASAJA Alicante es evidente que alguien está haciendo un gran negocio a costa de los citricultores y lo cierto es que los precios especulativos son una constante que se produce cada año, a lo que hay que sumar esos costes adicionales para recoger fruta a la que se le ha desprovisto la rentabilidad. La situación se agrava año tras año para el sector citrícola, no es extraño que se abandonen los campos de limones, naranjas y mandarinas por la nula rentabilidad, y es que poco a poco se está acabando con el tejido agroindustrial de nuestro país en favor de las exportaciones de terceros países con frutas de peor calidad, con enfermedades y en algunos casos con la presencia de pesticidas prohibidos en la UE.
ASAJA Alicante subraya la importancia de que la Interprofesional trabaje desde el inicio de la campaña para equilibrar la producción, el comercio y la exportación. Pero esto es algo que se destaca en cada campaña, el Ministerio de Agricultura debería haber abordado el problema que tiene el campo hace años y no con medidas cuestionables e ineficientes, como las medidas para modificar la ley de la cadena alimentaria y prohibir la venta a pérdidas, que han sido en cierto modo inútiles.
La organización agrícola ha preparado un plan de choque con una serie de medidas que persiguen paliar los efectos en los agricultores y pide a la Conselleria de Agricultura que lo lleve a cabo, ya veremos si sirve de algo. Las medidas son las siguientes:
Ayudas directas a los productores: Un Decreto Ley específico que compense los costes de producción no recuperados por adversidades climatológicas no cubiertas por el seguro agrario.
Medidas para garantizar el cumplimiento de la Ley de Cadena Alimentaria: Inspecciones y sanciones a operadores que practican sistemas abusivos.
Financiación ADHOC: Préstamos bonificados específicos con un interés del 0% y subvenciones en una proporción del crédito.
Ayudas fiscales: Rebaja de módulos con índice cero para el ejercicio del IRPF 2024 y condonación de la Seguridad Social durante 12 meses.
Ayudas de mínimos de la UE: Para productores afectados por causas de mercado derivadas de conflictos geopolíticos.
Además, se sugiere que las OPFH (Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas) pueden ser una vía para que los agricultores independientes defiendan mejor sus intereses. Teniendo en cuenta que el cultivo de limones supone el 50% de la renta agraria de Alicante y es un motor clave para la economía de la Comunidad Valenciana, se deberían abordar los problemas y acabar con una profunda crisis que varía en intensidad, pero que se ha mantenido durante años. Si no se dan soluciones, el abandono de la actividad se acelerará. Qué pena depender de alimentos de terceros países.
Podéis conocer todos los detalles de la denuncia y las medidas propuestas para solucionar la crisis del limón a través de este artículo publicado en la página de la organización ASAJA Alicante.
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