Desde hace tiempo, la asociación alemana Foodwatch denuncia que muchas empresas utilizan declaraciones saludables en alimentos y bebidas que en realidad son poco saludables por varios motivos, como un elevado contenido en azúcares, sal o grasas. Con estas declaraciones intentan que el consumidor crea que las diferencias nutricionales que existen entre los productos considerados saludables y los que no sean tantas. Esto es inconcebible para esta asociación y por ello, ha estado solicitando a la Unión Europea que llevara a cabo las acciones oportunas para eliminar este problema.
En Europa está permitido que determinados productos alimentarios y bebidas integren en su composición diferentes nutrientes que les brindan el poder de utilizar esos mensajes saludables, algo que para Foodwatch es un claro fraude al consumidor. Podríamos realizar una comparativa con lo que ocurre en Estados Unidos, en ese país muchos alimentos con un alto contenido en azúcar se ofrecen como saludables y nutritivos, a pesar de que el exceso de azúcar se asocia a varios problemas de salud, enfermedades hepáticas, diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, obesidad, etc.
Pues bien, esta organización que tiene el cometido de defender y velar por los intereses y derechos de los consumidores, ha dado a conocer los cinco productos alimentarios más fraudulentos por sus declaraciones sobre propiedades saludables, algunos los podemos encontrar en cualquier país europeo. Según una encuesta realizada por Foodwatch, el 82% de los consumidores alemanes rechaza este tipo de publicidad que ensalza las características saludables y nutricionales en alimentos que se pueden considerar poco saludables. Posiblemente se obtendría un resultado similar si se realizará una encuesta en cualquier otro país de la UE, ya que cualquier consumidor con un poco de sentido común rechazará este tipo de engaños.
La organización denuncia que los engaños de este tipo son una práctica habitual con la que hay que acabar, por eso insiste con su campaña protesta contra este tipo de prácticas fraudulentas. En este sentido, destaca lo que se considera las cinco mentiras más descaradas sobre declaraciones saludables en alimentos y bebidas, unos cereales para el desayuno de la marca Nesquik, unas pastillas de glucosa «Dextro Energy», el Mini salami Ferdi Fuchs, el cacao en polvo Ovomaltine y el yogur bebible Nilsa de Aldi.
Los cereales Nesquik fabricados por Nestlé se anuncian como un alimento ideal para el desayuno, ya que proporciona la energía necesaria para las primeras horas del día. Se han elaborado con cereales integrales y contienen un suplemento de siete vitaminas y tres minerales. Sin embargo, su alto contenido en azúcar los convierte en un caramelo para los niños en edad escolar, por lo tanto, no son el mejor desayuno que pueden tomar. Dextro Energy ofrece unas pastillas de glucosa con sabor a limón con el mismo nombre que se anuncian como saludables e ideales para mejorar el rendimiento físico y mental, pero su alto contenido en azúcar las convierte en un promotor del sobrepeso y la obesidad.
La empresa Ferdi Fuchs presenta su Mini Salami como una merienda ideal para los niños, es un alimento bajo en grasa, con una suplementación de vitaminas y ácido fólico que lo convierten en un producto que proporciona a los niños la energía que necesitan. El fabricante destaca que mejora el sistema inmunológico, el rendimiento mental, combate la fatiga, etc., sin embargo, es un producto cargado en sal y grasas saturadas, por lo que no es precisamente un alimento que pueda formar parte de una dieta saludable. El cacao en polvo Ovomaltine destaca su alto contenido en cacao, malta, vitaminas y minerales, siendo capaz de aportar la energía necesaria para un buen rendimiento físico y mental, pero todo lo bueno que pueda tener se ensombrece con la gran cantidad de azúcar que integra el producto.
El yogur bebible Nilsa de Aldi con sabor a fresa y plátano se anuncia como un alimento que contribuye al fortalecimiento de huesos y dientes, y al mejor funcionamiento del sistema inmunológico. Y de nuevo el azúcar es protagonista, sus seis terrones de azúcar por cada 125 gramos de producto hacen que promueva la obesidad y la caries dental, por lo que sus declaraciones saludables son un engaño. Muchos consumidores consideran que los productos con alto contenido en grasas, azúcares o sal, no deberían anunciarse como saludables, y la organización alemana comenta que a pesar que desde el año 2012 la UE debe aprobar las declaraciones saludables en la publicidad, los fabricantes pueden añadir determinados ingredientes y ensalzar sus valores y su carácter saludable, una clara contradicción causada por la falta de regulación.
Fortificar alimentos poco saludables con vitaminas y minerales no beneficia a la salud pública, los fabricantes deberían reformular sus productos para que se redujera el contenido en azúcares, grasas y sal para que el perfil nutricional fuera el correcto. Por otro lado, desde el año 2009 se espera que la UE presente los denominados perfiles nutricionales, requerimientos que deben cumplir los productos alimentarios a fin de poder incluir en sus etiquetas alegaciones sobre las propiedades nutricionales o su carácter saludable.
Pero hasta la fecha los perfiles no se han presentado y parece ser que la presión del lobby alimentario ha influido para que se baraje la posibilidad de eliminar esta iniciativa. Foodwatch pide a la CE que adopte el modelo nutricional de la Organización Mundial de la Salud a fin de poner en práctica los perfiles nutricionales, de modo que sólo aquellos productos que cumplieran los criterios de una alimentación equilibrada pudieran incluir esas declaraciones saludables en la publicidad.
En la campaña puesta en marcha por Foodwatch se pide la colaboración de los consumidores para firmar una petición que se enviará a las empresas de los productos mencionados para que eliminen esa publicidad fraudulenta de sus productos, pero dado que de momento la UE lo permite por la falta de regulación de dichas declaraciones, es posible que hagan caso omiso a la petición. Esto ocurre con muchos productos de cualquier país europeo, las prácticas publicitarias fraudulentas sobre las propiedades saludables están muy extendida, más de lo que podamos imaginar.
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