Más de 500 chefs estadounidenses piden acabar con el fraude del etiquetado del pescado, en colaboración con Oceana, una de las mayores organizaciones de carácter internacional que se dedica a la conservación del océano, han enviado una carta al Gobierno de Estados Unidos pidiendo que las capturas se acompañen de la correspondiente trazabilidad a fin de evitar que el pescado capturado de forma ilegal pueda comercializarse en el país. En esta iniciativa se han implicado chefs de casi todos los estados, son personas que quieren mostrar su total compromiso con la protección de los océanos, las especies que sufren una sobreexplotación, salvaguardar los derechos de los consumidores evitando que se les de gato por liebre.
Son varios los chefs de reconocido prestigio que firman la mencionada carta pidiendo acabar con el fraude en las etiquetas del pescado, Barton Seaver, chef conocido por su promoción sobre la sostenibilidad alimentaria, Mario Batali, cocinero y escritor con un abultado curriculum y diversos premios en su haber, Bayless Rick, chef especializado en la cocina mexicana, dueño de varios restaurantes e igualmente con una amplia lista de premios a sus espaldas, Daniel Boulud, chef francés afincado en el país y propietario de varios restaurantes de prestigio aunque se le conoce especialmente por su afamado restaurante Daniel de Nueva York, Thomas Keller, cocinero y escritor ganador de varios premios de la Fundación James Beard y único cocinero que ha logrado en el país tres estrellas Michelin en sus restaurantes Per Se y French Laudry, Michael Symon, Eric Ripert, Pepin Jacques, y así hasta más de 500 chefs comprometidos a servir productos marinos en sus restaurantes que se hayan obtenido de forma legal y respetuosa.
En la carta los chefs y Oceana solicitan acabar con el etiquetado incorrecto del pescado, algunos estudios muestran que los errores en este aspecto pueden ser de hasta el 70% y afectan especialmente a especies como el bacalao o el salmón, a los consumidores se les ofrecen especies similares de menor valor comercial, al respecto sería interesante retomar la lectura de los posts Fraude en el etiquetado de merluza o Bacalao mal etiquetado, podemos comprobar que este problema se vive en otros países siendo el fraude al consumidor una tónica constante. Recordemos que hace un par de semanas se daba a conocer una investigación que desvelaba la pesca ilegal en África, problema en el que estaban implicados países comunitarios y asiáticos, en este caso no se hablaba de mal etiquetado, pero si de las capturas realizadas en zonas de exclusión, la utilización de técnicas prohibidas por ser muy destructivas, el «blanqueo» del pescado ilegal, etc. Los chefs se unen a Oceana y expresan su malestar sobre la cuestión del etiquetado, pero también reivindican una política de pesca coherente que pueda preservar las especies comerciales.
Los chefs y propietarios de restaurantes reclaman más información sobre el pescado que llega a sus cocinas y a la de los consumidores en general, manifiestan tener el compromiso de servir productos marinos bajo el marco de la legalidad y la protección del medio marino, se sienten llamados a luchar contra el fraude para salvaguardar la salud y el bolsillo, reivindican una escrupulosa trazabilidad del pescado para evitar el «blanqueo» de pescado ilegal, declaran que cuanto más lejana es la procedencia del pescado más se incrementa la posibilidad de fraude, por lo que solicitan mayor control especialmente en los productos marinos que provienen de otros países. Cuentan con los proveedores para poder abastecerse de pescados y mariscos de alta calidad, seguros, legales y etiquetados correctamente, aunque como decíamos, la información sobre el pescado es muy limitada y poco pueden hacer los proveedores al respecto.
Casi 1.700 especies diferentes de pescado y marisco de todo el mundo llegan a los mercados estadounidenses y para chefs y consumidores es complicado poder determinar que el pescado que han adquirido es legal y corresponde a su designación, los consumidores no pueden saber con certeza qué es lo que comen, dónde y cómo se pescó, información a la que deben tener acceso. Por ello los firmantes de la carta y Oceana creen que es necesario una legislación sólida que salvaguarde los intereses de todos los ciudadanos, capaz de garantizar la procedencia del pescado nacional e internacional, para ellos es el único modo de poder acabar con el fraude.
A través de este enlace podéis acceder a la carta con las peticiones y correspondientes firmas, ya veremos si sirve de algo esta solicitud, personalmente creemos que es un tema que debe tratarse a nivel global, como hemos mostrado anteriormente el fraude pesquero está a la orden del día en cualquier país del mundo.
Sobre estas líneas podéis ver un vídeo en el que se trata el fraude del pescado que se comercializa en Estados Unidos, ejemplos de cómo se disfrazan las especies de menor valor comercial haciéndolas pasar por las especies más deseadas, los riesgos derivados de un etiquetado incorrecto, como las pruebas para determinar la información genética del pescado han demostrado que el problema tiene un mayor alcance de lo esperado, recordemos que hemos referenciado en algunas especies hasta un 70% de fraude.