Una investigación llevada a cabo por expertos de la Escuela TH Chan de Salud Pública de Harvard (Estados Unidos), concluye que consumir diariamente tres raciones de cereales integrales reduce el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares. Se trata de un meta-análisis en el que se revisaron varios estudios realizados en el Reino Unido, Estados Unidos y en los países escandinavos entre los años 1970 y 2010, estos estudios abarcaron un total 786.076 participantes.
Los resultados obtenidos proporcionan un motivo más para que las personas incluyan el grano entero en su alimentación de forma regular como parte de una dieta saludable. Los expertos apuntan que aunque en la actualidad las directrices dietéticas ya incluyen en todo el mundo el consumo de grano entero, se considera que muchas personas no comen la cantidad suficiente para poder obtener los beneficios que brinda este alimento.
Estudios anteriores han sugerido que existe una relación entre el consumo de cereales integrales y un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, problemas en la salud intestinal, etc., sin embargo, los resultados no eran tan consistentes como los que se aportan en esta nueva investigación. Los responsables de este trabajo apuntan que los nuevos resultados proporcionan un mayor apoyo a las directrices dietéticas y sugiere que se realice una mayor promoción y apoyo al consumo de cereales integrales a fin de prevenir diferentes tipos de enfermedades.
Según los datos obtenidos, las personas que consumieron unos 70 gramos de granos integrales al día (unas cuatro raciones), tenían hasta un 22% menos riesgo de muerte prematura. A esto hay que añadir que el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular se redujo en un 23%, y en un 20% el riesgo de mortalidad por cáncer. Los expertos explican que diferentes compuestos bioactivos presentes en los granos enteros ofrecen diferentes beneficios, fibra, magnesio, polifenoles, carotenoides, diferentes minerales, etc., elementos que pueden reducir el estrés oxidativo asociado a varias enfermedades de carácter crónico.
Con la ingesta de cereales integrales se reduce el colesterol, se mejora la respuesta de la glucosa y se incrementa la saciedad, por ello es necesario elegir los cereales, pseudocereales y granos no refinados, avena, centeno, arroz, quinua, etc., procurando que cada ración contenga unos 16 gramos para poder aprovechar sus beneficios. Como valor añadido, facilitará la reducción del consumo de carbohidratos refinados que no son saludables.
Los resultados obtenidos apoyan las actuales directrices de salud de Estados Unidos, en las que se recomienda la ingesta de tres raciones diarias de granos integrales (unos 48 gramos) para mejorar la salud a largo plazo y evitar una muerte prematura. Los expertos explican que a través del meta análisis se han observado beneficios como la reducción de los procesos inflamatorios, de la presión sanguínea, la mejora del perfil lipídico en sangre, además de otra serie de efectos metabólicos y hormonales.
Aunque siempre se recomienda la ingesta de cereal integral, según el país varía la cantidad de consumo aconsejada, por ejemplo, en Dinamarca se recomienda una ingesta diaria como mínimo de 75 gramos, en el Reino Unido no existen recomendaciones específicas, aunque sí se aconseja elegir variedades de grano entero. Por tanto, sería interesante unificar criterios y que se aplicara una recomendación generalizada basándose en los resultados obtenidos con este estudio. Podéis conocer los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página web de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, y en este otro artículo publicado en la revista científica Circulation.
Foto | Matt Buck