Ante la creciente demanda de alimentos vegetales que sustituyen a la carne, dos eurodiputados italianos han solicitado al Parlamento que se pongan en marcha leyes que eviten que los alimentos vegetarianos sustitutos de la carne utilicen términos propios de los productos cárnicos. Como por ejemplo bacon, chopped, chorizo, salchichón, mortadela, etc. Si accedemos a una tienda vegetariana, podremos comprobar que esta terminología se utiliza para designar a los productos sustitutos, evidentemente cada término se acompaña de la palabra vegetal, chopped vegetal, mortadela vegetal, salami o morcilla vegetal, etc.
Como sabemos, la legislación europea prohíbe a los fabricantes de alimentos vegetales el uso de términos asociados a los productos lácteos para poder comercializar sus análogos, como por ejemplo el queso o la leche. El pasado mes de abril hablábamos de este tema a raíz de una demanda interpuesta en Alemania contra una empresa que elabora productos veganos, la resolución determinaba que un producto de soja no se puede comercializar como ‘queso de soja’, ya que se está violando la denominación protegida de un producto, algo que se especifica en el Reglamento CE 1308/2013 donde se protege el uso de los términos lecheros.
La Comisión Europea explicó en su momento que la designación ‘queso’ no podía ser utilizada para un producto que no está elaborado con leche animal, un producto vegano debe comercializarse con un nombre que no se base en la reputación de los productos lácteos, ya que se considera que es engañoso y puede inducir a error a los consumidores. Pues bien el campo de batalla se traslada ahora a los productos cárnicos, a medida que los consumidores optan por reducir el consumo de carne y adquieren alimentos sustitutivos, sea por razones éticas o ambientales, el mercado alternativo a los productos cárnicos crece y se hace más lucrativo.
Los eurodiputados piden a la Comisión Europea que, ya que actualmente no existe una legislación comunitaria que proteja claramente determinados nombres de productos cárnicos, ponga en marcha la legislación oportuna para regular y salvaguardar la reputación de los productos cárnicos, evitando que estos nuevos alimentos sustitutos se aprovechen de la terminología, básicamente lo mismo que se concluye con la leche y los derivados lácteos. Se considera que la práctica de utilizar la terminología cárnica en alternativas veganas o vegetarianas tiene el objetivo de influir en los consumidores para que compren alimentos que están inadecuadamente definidos.
Resulta engañoso presentar un alimento elaborado con materia prima vegetal como si se tratase de un alimento cárnico, son dos alimentos totalmente distintos, materia prima, perfil nutricional, método de elaboración, etc. Según leemos aquí, los eurodiputados italianos citan como ejemplos la bresaola vegana, la mortadela vegana o el jamón vegano, en los tres casos se está utilizando una terminología que procede de la industria cárnica y que además cuenta con Denominación de Origen Protegida, consideran que se trata de un abuso, ya que no se habla de un nombre genérico, sino que se alude a un producto específico.
Paolo de Castro, uno de los eurodiputados que se oponen al uso de la terminología de productos cárnicos en alimentos vegetales explica que la buena reputación mundialmente conocida de muchos productos cárnicos está a menudo relacionada con sus métodos de producción, con sus tradiciones y con su cultura. Por ello, considera que no se pueden aceptar estas prácticas de mercado y esperan que la CE tome cartas en el asunto, ya que los cambios legales que deberían realizarse no son complicados, claro, que para ello tendrán que estar de acuerdo los países miembros.
Como ya comentamos en su momento, a medida que aumenta el número de consumidores que buscan alternativas a los productos alimentarios de origen animal y crece la industria de los alimentos alternativos, este tipo de demandas proliferarán porque los fabricantes de alimentos tradicionales se sentirán preocupados y amenazados. Los dos eurodiputados, Paolo de Castro y Giovanni La Via, enviaron esta pregunta parlamentaria con solicitud de respuesta a la Comisión Europea exponiendo el caso, seguramente no tardaremos mucho en conocer la respuesta.
Puede parecer lógico que se utilice terminología cárnica en los productos veganos que intentan imitarlos, simplemente para comprensión de los consumidores, y es difícil creer que la industria de los productos sustitutos pretenda aprovecharse de la reputación de los productos cárnicos, precisamente no tienen buena reputación entre los veganos. Quien quiere un producto vegano es porque no quiere el producto cárnico, por lo que en todo caso, la reputación que se puede cuestionar es la del origen del producto, no la de su denominación. En fin, veremos qué resulta de todo esto.
Foto 1 | Rügenwalder Mühle
Foto 2 | snowpea&bokchoi