Tras conocer el acuerdo que ha aprobado el cultivo de patatas transgénicas desarrolladas por la multinacional BASF y conocidas como patatas Amflora, las críticas, acusaciones y reivindicaciones no han cesado. Según José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, los alimentos transgénicos se aprueban si no hay datos científicos en contra y según parece las patatas cumplen este requisito.
Como ya sabemos, BASF modificó genéticamente esta variedad de patata para que produjera una mayor cantidad de amilopectina, sustancia con la que la industria produce el almidón, es decir, se trata de una patata de exclusivo uso industrial, aunque no exenta del riesgo de aparecer en la cadena alimentaria. El presidente de la CE mantiene su postura, los alimentos transgénicos se aprueban si no hay datos científicos en contra, además la patata y otras variedades de alimentos modificados genéticamente, han sido respaldadas por la EFSA, con lo que no debería existir objeción alguna.
Parece evidente que en la CE no se aplica el principio de precaución, tampoco se tienen en cuenta las dudas que en su momento planteó la Organización Mundial de la Salud sobre este alimento. Incluso la propia EFSA a pesar de su dictamen favorable, reconocía que la patata contiene genes de resistencia a los antibióticos y su aparición en la cadena alimentaria podría provocar la aparición de resistencia a los antibióticos en los seres humanos, aunque concluía que no era un hecho relevante, de ello hablábamos en el post Patata transgénica Amflora, posible aprobación por la UE.
Volvemos a destacar la necesidad de leer el post Utilizar antibióticos en la alimentación es una solución negativa, en él podemos conocer que la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) aseguraba que la utilización de antibióticos en la alimentación iba en contra de la salud humana, destacando que la resistencia que están desarrollando los microorganismos patógenos a los antibióticos son motivo de serias preocupaciones, siendo una grave amenaza para la salud mundial. Por tanto, la posibilidad de que la patata Amflora se introduzca en la cadena alimentaria humana, es un grave riesgo que debería ser sopesado.
¿Es una contradicción de la EFSA? Por un lado tacha de irrelevante el contenido de genes resistentes a los antibióticos en las patatas, y por otro asegura que utilizar antibióticos en la alimentación es peligroso. Como ya hemos dicho en otras ocasiones, el riesgo de los alimentos transgénicos son los efectos impredecibles y desconocidos que pueden encerrar a largo plazo. Volviendo al tema de las patatas transgénicas de BASF, se asegura el fin industrial de la patata y sin embargo, BASF estaba tramitando las solicitudes que permitieran utilizar estas patatas en la alimentación humana y animal, posiblemente ese será el siguiente paso.
José Manuel Durao Barroso y John Dalli, Comisario de Salud y Política de Consumidores, han realizado un decretazo y la patata se ha aceptado por narices, se pueden augurar más decretazos de este estilo con nuevos alimentos transgénicos. La CE aprueba unilateralmente los nuevos alimentos transgénicos desde que en 2004 acabase la moratoria contra este tipo de alimentos, y los aprueba porque según indica su presidente, los países de la UE no se han posicionado mayoritariamente contra ellos.
Son muchos los eurodiputados que han criticado este tipo de decisiones que podrían tacharse de violación del proceso de autorización de los alimentos transgénicos y de falta de democratización, por otro lado, decir que los países europeos no se posicionan, no es del todo correcto. Recordemos el post Nuevo sistema de evaluación y autorización de alimentos transgénicos, nos presentaban un supuesto modelo “más democrático” y un marco legal para aprobar los OGM que sea más preciso y eficaz, se decía que la CE propondría las medidas, y éstas estarían sujetas a la decisión de los estados miembros, la aprobación de las patatas transgénicas ha demostrado lo democrática que ha sido la actuación.
José Manuel Durao Barroso se echa todas las críticas a la espalda, en realidad no le preocupan, la patata transgénica está aprobada y por más vueltas que se dé al tema no hay nada que hacer. Para concluir hay que decir que Barroso indica además que la CE está obligada a aceptar los alimentos transgénicos si no existen evidencias concretas sobre su peligrosidad, declaraciones que auguran y aceleran la aprobación de otros alimentos transgénicos que todavía están pendientes, la alimentación biotecnológica obligada es una realidad y son muchos los motivos que la favorecen.
Foto | World Economic Forum