Una nueva investigación concluye que los alimentos sin gluten no son mejores para la salud de aquellas personas que no sufren celiaquía, a pesar de que consideran que se encuentran mejor al no tomar productos con gluten. Los beneficios sólo son obvios para quienes sufren intolerancia al gluten, así lo explica Jason Wu del Instituto George para la Salud Global de Australia, organización independiente de investigación médica que trabaja para mejorar la salud a nivel mundial. Este instituto lleva a cabo diferentes investigaciones sobre enfermedades y lesiones que son prevenibles, como por ejemplo las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, las enfermedades renales, etc.
La popularidad de los alimentos sin gluten ha ido creciendo año tras año, de ahí que se haya incrementado la variedad de alimentos que no contienen gluten, a fin de satisfacer a un segmento creciente de consumidores no celíacos, consideran que estos alimentos son mejores y más saludables para el organismo. Estas personas se podrían definir como celíacos voluntarios, eliminan de la cesta de la compra los productos que contienen gluten como lo haría la persona que si sufre celiaquía.
Ya hace años que los especialistas médicos advierten que no es recomendable llevar una dieta sin gluten por esa convicción, se necesita un diagnóstico que certifique que existen problemas o intolerancia al complejo de proteínas que forman el gluten (gluteína y gliadina), la segunda proteína es la base de la intolerancia. Por otro lado, para poder determinar que existen problemas con el gluten es necesario que estas personas coman alimentos con gluten, sólo así se puede certificar que es necesario eliminarlo de la dieta. También existen casos de personas cuyos análisis han sido negativos a la intolerancia, y no se convencen, mantienen su autodiagnóstico asegurando que se sienten mejor si no toman gluten, de todo ello hablábamos en este post.
El estudio mencionado es el más amplio de su tipo realizado en Australia, los investigadores analizaron más de 3.200 alimentos clasificados en 10 categorías, se comparó el contenido nutricional de alimentos básicos en una dieta equilibrada como el pan o la pasta, también se compararon otros productos como los caramelos, las galletas, las patatas fritas de bolsa, etc. Se constató que los alimentos básicos citados sin gluten contenían un nivel significativamente más bajo de proteínas, el resto de componentes, como el contenido en azúcar o sodio, era similar. En general y a excepción de los alimentos básicos citados, se determinó que alimentos con y sin gluten son muy similares, por ello los expertos quieren que los consumidores sean conscientes del efecto halo en la salud, ya que no existen los beneficios que se les atribuyen a estos alimentos.
La industria alimentaria se está aprovechando de la situación, las etiquetas de los alimentos sin gluten se están utilizando como una táctica de marketing para incrementar las ventas, incluso se etiquetan alimentos que no contienen gluten, y que difícilmente lo podrían contener, con el fin de captar la atención de estos consumidores que no son celiacos pero que quieren llevar una dieta libre de gluten. Como ya sabemos, los productos sin gluten son más caros y dada la moda de consumirlos por personas sanas, la industria aprovecha la situación. Los expertos del Instituto George llevaron a cabo la investigación al considerar que falta una evaluación exhaustiva del perfil nutricional de los alimentos sin gluten, así como la comparativa con los alimentos homónimos que contienen gluten.
Merece la pena destacar los resultados de la Encuesta de Salud y Bienestar Global de Nielsen (Pdf), en ella se determina que un 21% de los encuestados busca beneficios para su salud a través de una alimentación sin gluten, lo que muestra el gran volumen de personas que siguen este tipo de dieta. Hay que citar otras investigaciones como la realizada por Mintel, en la que se concluye que se han incrementado en un 63% las ventas de alimentos libres de gluten entre el año 2012 y el año 2014 en Estados Unidos, algo que ocurre también en otros países como por ejemplo Australia.
Volviendo al tema del etiquetado que se podría considerar injustificado, la industria alimentaria lo está utilizando para insuflar una salubridad injustificada entre los consumidores, los expertos manifiestan su preocupación por la eliminación de alimentos tan importantes como el grano (trigo, centeno, cebada, etc.) de la dieta, estos alimentos son una fuente muy importante de nutrientes y se están desechando por unas convicciones erróneas.
Para concluir, explican que teniendo en cuenta los efectos adversos para la salud causados por una dieta pobre, en Australia y en otras partes del mundo se deben llevar a cabo iniciativas políticas que promuevan el consumo de alimentos básicos como los cereales integrales, las frutas y las verduras, así como la reducción del consumo de los alimentos libres de gluten, considerando que se trata de una prioridad de salud pública. Podéis conocer más detalles sobre la investigación a través de este artículo publicado en la página del Instituto George de Australia.