En este documental podemos ver como poco a poco los alimentos ecológicos ganan terreno entre las preferencias de los consumidores. El vídeo comienza explicando la historia de una pequeña explotación de productos ecológicos que abastece a un buen número de familias que desean disfrutar de los alimentos ecológicos, su funcionamiento es similar al de las cooperativas ecológicas de las que hablamos en Gastronomía & Cía. En este caso se trata de un programa denominado ‘Agricultura mantenida por la comunidad’ que comenzó hace algunos años y a través de él se abastece a las familias una vez por semana con un gran surtido de productos ecológicos.
Todo tipo de alimentos, nueces, frutas, verduras, hortalizas, etc., productos totalmente ecológicos y sobre los que no pesa ninguna duda sobre sus cualidades organolépticas y la calidad que ofrecen. Todas estas familias tenían la inquietud de disfrutar de una alimentación de calidad armonizada con la naturaleza, como valor añadido ofrecen a sus hijos alimentos ecológicos que muchos niños desconocen y de los que no pueden beneficiarse todavía.
La filosofía es ejemplar, de ello no hay duda, respeto al medio ambiente y respeto al propio organismo proporcionándole alimentos libres de cualquier sustancia química. En Estados Unidos los consumidores gastaron en 1990 un billón de dólares en alimentación ecológica, en el año 2003 se alcanzaban los 13 billones de dólares, dato significativo que muestra que cada vez son más las personas que desean disfrutar de la alimentación ecológica.
En 1990 el Gobierno estadounidense intentó delimitar los estándares de la agricultura ecológica, es decir, marcar algo que parecía deslindado. Según se indica en el vídeo, tras varios años de estudio, en 1997 se mostró que el Gobierno estadounidense tenía intención de permitir que en la agricultura ecológica entraran los organismos modificados genéticamente o transgénicos y otra serie de prácticas que nada tenían que ver con la agricultura ecológica.
Esto generó una gran protesta de quienes consumían productos ecológicos, de hecho se cataloga como la mayor protesta de la historia, 275.000 personas escribieron al departamento de Agricultura norteamericano indignados por la delimitación que se pretendía poner en marcha. Hay que decir que 275.000 cartas son una cifra muy reducida teniendo en cuenta la gran población norteamericana, pero a nivel de protesta ecológica era significativa. Si algo así hubiera ocurrido en nuestros días posiblemente esta cifra se hubiera incrementado notablemente.
Los consumidores pedían respetar la pureza de los alimentos ecológicos y por fortuna el Gobierno norteamericano accedió. Quienes aparecen en este documental manifiestan que el aspecto saludable es lo más importante y el aspecto económico queda en segundo lugar, nada que ver con la producción industrial.
Es curioso, pero en este documental se dice una gran verdad, los alimentos modificados genéticamente han sufrido una espectacular revolución incrementándose notablemente su producción, pero también a modo de contrarrevolución el consumo de productos ecológicos ha aumentado notablemente (pero no es algo significativo), podemos poner por ejemplo el post Crecimiento notable del consumo de alimentos ecológicos a nivel mundial, en él destacábamos el crecimiento de productos ecológicos, pero realizábamos una comparativa con el crecimiento de los alimentos transgénicos siendo claros vencedores estos últimos.
El documental transmite un mensaje de gran valor, hacer llegar a todos los consumidores información veraz sobre lo que realmente representan los alimentos transgénicos en la alimentación, pretende además denunciar que los alimentos transgénicos deben ser etiquetados debidamente como tal y no mantener a la población tras un velo de ignorancia sobre lo que realmente está comiendo.
El lema es Salvemos la comida, no somos ratas de laboratorio, después de haber conocido algunos problemas relacionados con los alimentos transgénicos, no nos extrañan estos lemas.
