Food Sentry es una organización formada por un grupo de especialistas en análisis alimentarios preocupados por la seguridad de los alimentos, están comprometidos con la seguridad alimentaria a nivel mundial. Hoy nos llama especialmente la atención un estudio en el que se han analizado las violaciones internacionales de seguridad alimentaria y en el que se destaca que los alimentos chinos contienen demasiados pesticidas. China es el país que mayor cantidad de violaciones de la legislación alimentaria comete.
Para este análisis Food Sentry ha recabado información de unos 1.000 incidentes alimentarios de 73 países diferentes, la documentación está avalada por laboratorios de otros países y ha sido ratificada por esta organización. La primera conclusión que se desprende es la siguiente, los países que más violaciones de seguridad alimentaria cometen son China, Estados Unidos, India, Vietnam y Japón, posteriormente se analizó la información para identificar aquellos contaminantes alimentarios más habituales que llegan a la mesa del consumidor a través de los alimentos. China encabeza la lista, los expertos identificaron varios contaminantes y sustancias prohibidas según la legislación alimentaria de los países occidentales, además de pesticidas, se han encontrado restos de antibióticos, sustancias químicas, micotoxinas, metales pesados y microorganismos patógenos, todos estos elementos se asociaban a diferentes alimentos.
Los pesticidas en los alimentos son un grave problema, se pueden encontrar hasta 32 tipos diferentes y están presentes especialmente en productos agrícolas como frutas, hortalizas o verduras y especias. Algunos ejemplos son demasiado llamativos, se ha llegado a detectar una muestra de comino que contenía hasta seis pesticidas diferentes, el acetamiprid, un insecticida que se utiliza contra los pulgones, la mosca blanca y otras plagas, el carbendazima, un producto que se utiliza como método preventivo y curativo contra las enfermedades producidas por hongos, el profenofos, insecticida que actúa contra los insectos chupadores y masticadores en un amplio espectro, la cipermetrina otro producto más para el control de insectos que atacan los cultivos, el hexaconazol, un fungicida sistémico para el control de diferentes hongos y finalmente el Ethion, un insecticida que actúa contra piojos, ácaros, chinches, pulgas, moscas, etc. Se podría decir que los productores chinos querían asegurar que su producto estuviera fuera del peligro de sucumbir a la acción de cualquier insecto, hongo o bacteria, pero convierten al comino en un contenedor químico nada recomendable para nuestro organismo.
Con respecto al contenido de antibióticos en los alimentos, son uno de los principales elementos que se pueden encontrar en los productos pesqueros procedentes del Mar de China, algunos de ellos están prohibidos en la legislación de varios países. El análisis encontró restos de verde malaquita, un colorante que aunque se suele utilizar en la industria de la confección, debido a sus propiedades anti-bacterianas se utiliza en la cría de peces, actúa contra los parásitos externos y otros patógenos como bacterias y hongos. Desde 1983 está prohibido por la FDA (Food and Drug Administration) por ser un producto altamente tóxico, sin embargo, la acuicultura china lo utiliza habitualmente y parece que poco importa su grado de toxicidad. En este informe nos explican que la tilapia, un tipo de pez que vive en aguas cálidas, dulces o saladas y que se encuentra en el sureste asiático entre otros lugares del mundo, fue el cuarto producto marino más popular en Estados Unidos el año pasado. Se calcula que un 75% de los estadounidenses consumieron este pescado procedente de China, claro, que esto no quiere decir que toda la importación de tilapia estuviera contaminada con verde malaquita. Sin embargo, el informe apunta que sólo el 2% de las importaciones son inspeccionadas, por lo que existe una gran probabilidad de que la tilapia contaminada haya llegado a la mesa de los consumidores.
Otro producto son las fluoroquinolonas, agentes bactericidas prohibidos en las explotaciones de acuicultura estadounidenses, pero que se detectan en los productos pesqueros procedentes de China. La enrofloxacina y la ciprofloxacina son antibacterianos y se utilizan para el control de determinadas enfermedades en las piscifactorías, ya que en ellas las plagas se propagan muy rápidamente. En este caso, la preocupación es que las bacterias desarrollen resistencia a los antibióticos porque se utilizan sin que los peces estén enfermos y como medida preventiva. Hablando de resistencia, otro producto utilizado es el sulfametoxazol, similar a los dos mencionados anteriormente, en este caso, algunas investigaciones han descubierto que algunas cepas de salmonella han desarrollado resistencia al fármaco. Ya hemos hablado en otras ocasiones de este problema, merece la pena retomar la lectura del post Carne contaminada en Estados Unidos, para conocer hasta qué punto ha afectado el uso intensivo de los antibióticos y cómo diferentes patógenos han desarrollado resistencia.
En lo que respecta a agentes patógenos presentes en los alimentos, los de mayor riesgo son los mariscos y el pescado, se han encontrado bacterias coliformes asociadas a la contaminación de los alimentos o el agua por materia fecal, contaminación por Escherichia coli o Clostridium botulinum. Los analistas explican que esto se debe a las deficiencias en el proceso de la preparación del pescado a la hora de distribuirlo. En la información recabada se han encontrado informes que delatan la detección de productos químicos, como por ejemplo el hidróxido de sodio o sosa cáustica en la leche, diferentes tipos de sulfitos, dióxido de azufre y diferentes elementos, todos ellos encontrados en los productos lácteos de origen chino, al respecto hay que decir que actualmente este segmento de alimentos están prohibidos en Estados Unidos, algo lógico teniendo en cuenta su carga de agentes químicos.
En lo que respecta a micotoxinas (aflatoxinas), sustancias tóxicas que son generadas por distintos tipos de hongos que proliferan en los cultivos que sufren sequías persistentes o en el caso contrario, periodos prolongados de alta humedad (condiciones que se dan especialmente en aquellos países cuyo clima es húmedo y cálido), se detectan seis tipos de aflatoxinas y se han identificado en diferentes alimentos, semillas de sésamo, aceite de cacahuete, arroz, levaduras, etc., claro, que no se especifica el nivel de aflatoxinas encontrado, recordemos por ejemplo que hay establecidos unos niveles seguros para la alimentación humana. Hablando de los metales tóxicos en los alimentos, se han encontrado presentes en una gran variedad de productos, como por ejemplo cadmio en la canela, plomo en las algas de uso alimentario, en los cangrejos y se ha encontrado mercurio en la leche de fórmula infantil.
A todo esto hay que añadir la adulteración de alimentos por cuestiones económicas, marisco o pescado al que se le ha añadido agua para que pese más, dependiendo de la especie se puede llegar a incrementar el peso hasta en un 30%, existen diferentes formas para ello, la más utilizada es el remojo del pescado en tripolifosfato de sodio o sal de sodio, habitual en productos de uso doméstico e industrial, como por ejemplo los detergentes. Como el pescado se vende a peso, se puede obtener una gran rentabilidad de forma fraudulenta, los expertos explican que si vemos que en la cocción el tamaño del pescado se reduce significativamente, puede delatar que se trata de un producto tratado con la sustancia mencionada.
En el artículo de Food Sentry se denuncian otro tipo de prácticas asociadas al fraude económico que en ocasiones pone en peligro la salud humana, merece la pena leerlo. No es de extrañar que sean los alimentos de terceros países los que provocan más alertas alimentarias, China encabeza la lista, pero no hay que olvidar que países como Estados Unidos, están presentes en la lista de países que más violaciones de la seguridad alimentaria cometen.