Los agricultores franceses boicotean la fruta española, cada camión que quiere pasar la frontera es retenido para destruir su carga. Los agricultores franceses no consienten la libre circulación de frutas y verduras españolas y el argumento es que son más baratas que las que ellos producen. Podemos ver en el vídeo que en teoría, un cargamento cuyo destino es Italia es igualmente destruido ante la sospecha de que su destino sea el mercado francés, lo que indica que el veto es prácticamente total.
Nos sorprenden las declaraciones de un presidente de un sindicato agrario francés, argumenta que esta actitud de los agricultores franceses boicoteando la fruta española hay que entenderla, muchos agricultores franceses están hartos dado que tienen familias que alimentar y su subsistencia corre peligro. Habría que recordar a estos agricultores que la crisis de la E. Coli o mal llamada crisis del pepino, afectó de lleno a España sin culpa alguna, y que quienes han sufrido más las consecuencias han sido los agricultores españoles. Tras la falsa acusación alemana, ahora hay que soportar la actuación de los agricultores franceses, sugerimos que arremetan contra las cadenas de distribución francesas responsables en parte de la especulación y los problemas que sufren con sus productos, al respecto recomendamos como ejemplo la lectura del post ¿Guerra de melones entre Francia y España?
¿Deben los agricultores españoles poner la otra mejilla?, o por el contrario ¿hay que valorar propuestas como la de los agricultores del sector hortofrutícola aragonés, indicando que hay que secundar un boicot general a los productos franceses?, ninguna de las dos opciones es la más acertada. Es necesario que España dé un toque de atención a la Unión Europea y que este organismo actúe en consecuencia, desgraciadamente desde Bruselas sólo se ha solicitado que se respete la libre circulación de mercancías hortofrutícolas en suelo comunitario y no se han adoptado medidas más contundentes.
Realmente ha sido una mala temporada para los agricultores españoles, la mal llamada crisis del pepino, la especulación, y ahora el veto a los productos españoles, un cóctel difícil de digerir. Por eso no nos extraña que se proponga un veto a los productos franceses, los agricultores españoles también tienen familias que alimentar. Resulta lamentable comprobar cómo defiende el Gobierno de España los intereses de los agricultores del país y la pasividad que demuestra la Unión Europea ante este tipo de agresiones.
En ABC Aragón podemos leer las declaraciones de José Manuel Penella, secretario general de la unión de agricultores UAGA, “Nos están obligando a actuar de la misma manera que ellos, aunque somos conscientes de que saldremos perjudicados, pero es la única manera que tenemos de defendernos”, evidentemente si se mantiene la pasividad, algo se deberá hacer, no se puede seguir poniendo la otra mejilla.