La Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural (Royal Society) ha publicado una lista formada por los 20 inventos e innovaciones más importantes del mundo de la alimentación, se trata de una lista que en principio estaba formada por 100 inventos e innovaciones, pero los expertos determinaron que era necesario reducirla sólo a 20. Para ello votaron los miembros de esta sociedad y expertos de la industria alimentaria, se valoraron cuatro criterios, la accesibilidad, la productividad, la estética y la salud.
Evidentemente en esta lista de inventos e innovaciones alimentarias destacan los concebidos en los últimos siglos, los tres primeros corresponden al siglo XVIII y XIX, la refrigeración artificial, algo que se logró demostrar en 1748, la pasteurización en 1862 y la lata de conservas patentada en 1810, en el caso de la hojalata, ya que anteriormente, en 1803 se había logrado desarrollar un método para conservar alimentos mediante calor y recipientes herméticos, pero eran de cristal, gracias a las latas se ha podido ampliar la vida útil de algunos productos hasta cinco años.
El cuarto invento es el horno tradicional que empezó a utilizarse hace miles de años, aunque evidentemente fue evolucionando, pasando de ser algo similar a una tapa de adobe que permitía la cocción de los alimentos por ambos lados, hasta llegar a los tradicionales y grandes hornos de leña, y el paso a los eléctricos. El quinto puesto es para el regadío, gracias a la canalización y distribución del agua se logró asegurar la producción de los cultivos, el método utilizado eran las zanjas que conducían el agua, nada que ver con los actuales aspersores. Los expertos de la Royal Society clasifican en sexto lugar a las máquinas cosechadoras, un invento realmente revolucionario que permitió ahorrar tiempo y trabajo.
En séptima posición encontramos el horneado, originariamente se utilizaban las brasas o piedras calientes con las que se lograba una cocción prolongada y lenta. El octavo puesto es para la cría selectiva, es decir, la selección de aquellos productos alimentarios con determinados rasgos de interés, sea en animales o plantas, a fin de mejorar la productividad y calidad de los alimentos obtenidos.
Le sigue la molienda, proceso con el que se pulverizan, por ejemplo, los granos de cereal con un molino (antaño de piedra) para obtener alimentos como la harina, claro, que la molienda es un proceso de amplio espectro y puede utilizarse con muchos alimentos. En décima posición han considerado al arado, gracias a él se facilitó el proceso de siembra y producción de alimentos. En el puesto número once aparece la fermentación, gracias a este proceso disfrutamos en la actualidad de alimentos como el pan, el queso o bebidas como el vino o la cerveza. Le sigue la red de pesca en la duodécima posición, data de la Edad de Piedra, y permitió aprovechar los recursos marinos.
En la posición trece se coloca el barbecho o rotación de cultivos, una misma parcela de tierra se utilizaba para sembrar diferentes productos dependiendo de la estación del año, los beneficios a priori eran la reposición de los elementos a la tierra, como por ejemplo el nitrógeno, se evitaba el empobrecimiento de la tierra y además ayudaba a controlar las plagas y enfermedades, recordemos que en cultivos intensivos de un mismo alimento son mayoritarias. En el puesto catorce los expertos han colocado la olla, un invento realmente importante que permitió enriquecer la cocina con el método de cocción hervir, ¿quién puede estar sin una olla?
En la posición quince encontramos los cuchillos de cocina, un instrumento en continua evolución, primero hojas de silex o huesos y poco a poco fue evolucionando, su hoja se fabrica actualmente con diferentes materiales y aleaciones. Los utensilios o los cubiertos se clasifican en el puesto número dieciséis, con ellos se empezaron a cortar y preparar los alimentos antes de introducirlos en la boca, sustituyendo a las manos. El invento clasificado en la décimo séptima posición es el tapón de corcho, con él se podían cerrar botellas y tarros gracias a sus características impermeables. En la clasificación número dieciocho encontramos los barriles, muy importantes para poder almacenar líquidos y transportarlos con facilidad, aceite, vino, agua… sin ellos todo habría sido más complicado.
Finalmente abordamos los dos últimos inventos e innovaciones más importantes del mundo de la alimentación según los expertos de la Royal Society, en el puesto diecinueve se clasifica el horno microondas, un aparato que gracias a un magnetrón, permite la cocción de los alimentos haciendo vibrar las moléculas de agua que contiene generando calor. El primer horno microondas se comercializó en 1947 y su precio era de unos 38.600 euros, claro, que el aparato no tenía nada que ver con los actuales, medía 1’8 metros de altura y pesaba unos 340 kilos.
Clasificado en el puesto veinte encontramos un método de cocción, freír. Cocinar en aceites o grasas es algo que se remonta a unos 2500 años antes de Cristo, los egipcios ya disfrutaban de las frituras, gracias a este proceso se amplió el mundo de las técnicas culinarias.
La Real Sociedad de Londres también realizó una consulta a través de su página de Facebook mostrando los 20 inventos más importantes del mundo de la alimentación, los resultados no coinciden en algunos casos, claro que la participación se podría considerar bastante pobre.
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