Como decíamos en el post Concurso Nacional de Cocina Aplicada al Langostino de Vinaròs en imágenes, acudimos a la lonja de pescado de Vinaroz. Habitualmente se realiza la subasta de pescado todos los días y capta la expectación de los visitantes que acuden esperando ver algo parecido a lo que sucede en las subastas de otros productos o las subastas de pescado que se realizan en Japón, mucho más espectaculares, vamos como antaño.
El lugar de la lonja de pescado es como un anfiteatro bastante inclinado, desde los asientos se observa el pescado fresco recién desembarcado de los pesqueros, bien presentado y acomodado en cajas de plástico. Estas cajas circulan por una cinta transportadora y la puja se realiza al instante y de un modo veloz. Los mayoristas y personal autorizado en la compra están tan acostumbrados que incluso les parece lento.
La tecnología juega un papel fundamental en las subastas que se realizan en esta lonja, en un extremo se encuentra un operario que se encarga de introducir en el sistema informático los datos de cada caja, es decir, el tipo de pescado y el precio de salida, en el otro extremo otro operario se encarga de dar el visto bueno a cada venta adjudicada y dar paso a la caja o cajas de pescado adquiridas. Este operario es el que tiempo atrás hacía las subastas a viva voz.
En el centro se encuentra un gran tablero electrónico que proporciona la información sobre el pescado, el barco pesquero que lo ha traído, el tipo de pescado, la cantidad de cajas del lote, el peso total y el precio de salida por kilo. Cada asiento del anfiteatro cuenta con un dispositivo electrónico en el que se introducen los datos de quien quiere comprar pescado y con él se realiza la compra de pulpos, langostinos, lenguados, sepias, merluzas, etc.
La subasta no es cómo podríamos pensar (el que ofrece mayor precio se adjudica la mercancía), en realidad se ofrece un precio inicial de salida y poco a poco se va reduciendo, el primero que pulsa el dispositivo se queda con la mercancía. Suponemos que los patrones de los pesqueros tendrán en cuenta esta peculiaridad y saldrán con precios elevados, también existen medidas para evitar que los compradores se pongan de acuerdo y dejen reducir el precio bajo mínimos, de hecho hay un tope.
Las cajas se pasean por la cinta a velocidad de vértigo y por cada compra realizada se emite, a través de una impresora, la etiqueta identificativa que muestra quién ha realizado la compra. Es una pena no haber podido ver una subasta de pescado a la antigua usanza, pero no olvidemos que están trabajando y la tecnología lo que pretende es facilitar esta parte de la transacción.
¿Has estado en las subastas de pescado de tu localidad?, ¿utilizan el mismo sistema?
1 comentarios
Que alegría volver a ver la lonja de Vinaroz ahora que estamos tan lejos. Te recomiendo, si puedes, asista a una lonja de pescado justo en la subasta, es algo muy digno de ver.