Si hay un área en la que perderse en el supermercado es en la nevera de los yogures, ¿puede haber más variedad? Pues la verdad es que sí, en nuestra opinión sobran muchos y faltan otros tantos, pero la mayoría se adapta a lo que se ofrece, pues si lo que se busca es un postre lácteo que satisfaga el paladar, opciones hay para dar y regalar. La cosa se reduce si, además, lo que se quiere es un yogur ‘normal’, que tenga el exquisito sabor que le caracteriza, que no lleve colorantes ni saborizantes artificiales, ni una lista de ingredientes que nuestra abuela no conocería… Entonces sólo hay yogur natural para elegir.
Ojo, pero no cualquiera, que hay yogures naturales que tienen más de tres ingredientes y ya sabéis que no son necesarios, porque el yogur se hace con leche y fermentos lácticos. Así que volvemos a nuestra recomendación de siempre, antes de comprar un producto envasado hay que leer la etiqueta para ver sus ingredientes. Hoy en día la mayoría de yogures ‘normales’ del supermercado están hechos con leche (entera, parcialmente desnatada, desnatada…), a veces combinando leche normal con leche en polvo, en ocasiones añaden nata porque su grasa aporta más cremosidad… y los fermentos lácticos.
La cuestión es que muchas personas deciden que lo mejor es volver a hacer yogures caseros, como hacían nuestras abuelas, aunque en la actualidad podemos recurrir a un amplio catálogo de yogurteras que facilitan la labor. Pero, claro, esto lleva a una pequeña inversión (hay yogurteras con muy buenos precios) y a meter un aparato que ocupa bastante espacio en la cocina. Además, estos aparatos suelen ser para hacer cantidad de yogur y ya sabemos que ahora las familias son más reducidas y que los yogures caseros tienen un periodo de conservación más corto, por lo que en muchos hogares interesaría hacer yogur en pequeñas cantidades.
Pues os vamos a enseña lo que se necesita para hacer yogur casero sin una yogurtera que está disponible en un kit de Kilner, reconocido fabricante de tarros de vidrio con todo tipo de accesorios para darles una utilidad mayor. Lo estáis viendo en las fotos, el juego de accesorios para hacer yogur casero se compone de dos tarros con tapa, una bolsa térmica de neopreno y un termómetro. Los tarros tienen su correspondiente metálica, el grande es para hacer el yogur, tiene una capacidad de 500 ml, y el pequeño es para servir el yogur, y tiene una capacidad de 250 ml.
La funda de neopreno para el tarro grande es para mantener la temperatura de fermentación, tiene una cremallera en la parte superior para introducir el tarro fácilmente. Y el termómetro es de acero inoxidable, con sonda rígida de 13 centímetros y un rango de medición de 0º C a 200º C. Cuenta con una pinza que permite sujetar el termómetro a la boca del tarro o del recipiente en el que sea necesario colocarlo, como una olla o un cazo.
Sobre estas líneas podéis ver el vídeo en el que se muestra cómo se hace el yogur casero con este kit. Sólo será necesario elegir la leche con la que se quiere hacer el yogur y el fermento, que también puede ser un poco de yogur natural. Hay que decir que este sistema también permite hacer ‘yogures’ veganos, pero para ello hay que conseguir espesantes específicos para que otorguen al postre la consistencia deseada.
Pues ya lo veis, para hacer medio litro de yogur casero, hay que calentar la leche por debajo del punto de ebullición. Después se deja que baje la temperatura a unos 46º C o a la que indique el fermento utilizado. Entonces se vierte la leche en el tarro, se añade el fermento o el yogur, se tapa y se introduce en la bolsa de neopreno. Sólo resta esperar entre 8 y 12 horas (a mayor tiempo más espeso queda el yogur) para poder disfrutar del yogur casero. Si queréis conocer más detalles o comprar este kit para hacer yogur en casa, podéis entrar en esta tienda online, donde lo venden por 26’90 euros. También podéis buscarlo en vuestra tienda de confianza, pero mirad los precios porque hemos visto este mismo kit como ‘yogurtera sin electricidad’ por más de 30 euros.