Desde hace tiempo sabemos que lo que muestra el envase de un producto alimenticio no se corresponde con la realidad, las empresas de la industria alimentaria presentan sus productos en envases con mensajes e imágenes agradables y apetitosas con el propósito de captar la atención de los consumidores, pero en muchos casos, es una puesta en escena irreal. Aunque ya hemos hablado en varias ocasiones de este tema, conviene refrescarlo de vez en cuando y recordar que es muy importante no confiar en el marketing publicitario, sino leer siempre la lista de ingredientes y los valores nutricionales de los productos alimenticios.
En este sentido, hoy conocemos un trabajo realizado por Marcel Steeman a petición de la organización de consumidores Foodwatch, en el que ha preparado la fotografía de cinco productos alimenticios tal y como los comercializan las marcas de alimentación, y otros cinco homónimos que reflejan lo que realmente son. Se trata de una iniciativa enmarcada en las campañas que lleva a cabo Foodwatch contra lo que considera mentiras publicitarias, mensajes estratégicos que tienen el claro propósito de embaucar a los consumidores, algo de lo que hablábamos aquí.
Encabezando el post podéis ver la fotografía de un preparado de pasta con judías negras con cinco especias de la marca Conimex (perteneciente a Unilever) que aparece en el lado izquierdo, se trata de un producto que promociona que no contiene potenciadores de sabor, ni colorantes artificiales y que tiene un intenso sabor especiado típicamente chino, pero de eso nada.
En el lado derecho, aparece el mismo producto con el nombre que en realidad debería tener “Pasta de glucosa” y soja, la razón se encuentra en la lista de ingredientes, aparecen en el siguiente orden jarabe de maíz, agua, salsa de judías negras al 14% (soja, harina de trigo, agua, sal y ácido benzoico), azúcar, vinagre, cebolla, ajo, polvo de cinco especias al 0.9% (anís, pimienta, anís estrellado, canela, comino), almidón de maíz modificado, melaza, salsa de soja (agua, soja, sal, trigo, sorbato de potasio), sal, extracto de levadura, sorbato de potasio, aceite de colza y extracto de jengibre.
Como podemos comprobar el azúcar esta muy presente en este preparado (y en muchos otros que se comercializan en el mercado), de ahí que se haya bautizado como pasta de glucosa y soja. El producto se presenta con un reclamo al más puro estilo asiático, pero nada que ver con la realidad, es un preparado ultraprocesado que probablemente muchos consumidores no adquirirían si leyeran detenidamente el etiquetado.
En el segundo ejemplo, en el margen izquierdo aparece la presentación de una tortilla con puerro y cebolla de la marca Knorr, se anuncia como una deliciosa y verdadera tortilla campesina elaborada con cebolla, zanahoria, puerro, champiñones, perejil y cebollino, todo son ingredientes seleccionados. La imagen de la izquierda lanza los mensajes: triple mezcla, no contiene ni huevos ni puerro, pero sí almidón vegetal, por supuesto no muestra una imagen de una tortilla con puerro y cebolla porque no lo es.
En la lista de ingredientes del producto de Knorr se puede leer: Verduras 42’6% (cebolla, zanahorias, guisantes, champiñones, tomate y pimiento rojo), aceite de palma, sal, almidón de patata, azúcar, proteínas vegetales hidrolizadas, lactosa, sal mineral (potasio), un 2% de jamón (carne de cerdo, sal, dextrosa, antioxidantes E307 (Α-Tocoferol) y E304i (Palmitato Ascorbilo), un 1’7% de tocino ahumado (grasa de cerdo y sabor a humo), perejil, laurel, extracto de levadura, pimienta, sabor a humo… Los consumidores deberán añadir a esta mezcla de proteínas vegetales hidrolizadas el puerro y los huevos, pero ni así se puede decir que se obtendría una deliciosa tortilla campesina con puerro y cebolla.
Estos son sólo dos ejemplos, en el artículo de Foodwatch hay algunos más que demuestran claramente cómo algunos fabricantes de productos alimenticios utilizan un gran número de mentiras publicitarias y algunas resultan muy descaradas, aunque en ocasiones, y dependiendo del producto, es complicado o confuso identificarlas. Como ya hemos comentado en varias ocasiones, no hay que creer ciegamente en los mensajes e imágenes publicitarias que aparecen en el etiquetado, ya que se trata de mensajes estratégicos que sólo pretenden embaucarnos.
Foodwatch y otras muchas organizaciones de consumidores luchan contra la publicidad, las imágenes o las declaraciones que aparecen en los envases de algunos productos alimenticios que son claramente engañosas, pero es una lucha que nunca acabará mientras la UE no legisle explícitamente sobre este tema, y lamentablemente, de momento, permite estas prácticas.