Un grupo de investigadores del Departamento de Ciencias de los Alimentos de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) ha puesto en marcha un proyecto que tiene como objetivo identificar los métodos más efectivos para ampliar la vida útil de los tubérculos y otras hortalizas, alimentos que se consumen en los países nórdicos especialmente en los meses de invierno.
Con las técnicas actuales de la industria alimentaria estos alimentos se suelen lavar y cepillar a fondo antes de enviarlos a los puntos de venta, procedimientos que, según los investigadores, pueden dañarlos creando accesos a las bacterias y hongos que los degradan reduciendo su vida útil. Los expertos creen que limpiar los tubérculos y otras hortalizas con agua caliente añadiendo, además, aceites esenciales, podría ampliar la vida útil de estos alimentos en unas dos semanas y así reducir el desperdicio alimentario.
Los investigadores comentan que se podría reducir un 5% del desperdicio alimentario en el comercio minorista y hasta un 30% a nivel consumidor, cifras que merece la pena tener en cuenta. Por otro lado, los productores daneses de estos alimentos son principalmente proveedores de minoristas de Dinamarca y países vecinos, con una vida útil más amplia se podrían abrir nuevas oportunidades de negocio a través de la exportación a otros países. Por ejemplo, el mercado de los alimentos ecológicos en China tiene un gran potencial, esto es algo que se sabe desde hace tiempo, pero es un mercado que no está al alcance de los productores daneses precisamente por esa vida limitada de los productos. Con este proyecto de investigación quizá se pueda acceder a esos nuevos mercados.
En la investigación se tratará de optimizar el procedimiento de lavado y limpieza de los alimentos, los expertos consideran que es preferible utilizar agua caliente en vez de agua fría, ya que con ello se pueden estimular las defensas naturales de estos alimentos vegetales contra esos microorganismos que los infectan y degradan. Quizá este procedimiento también influya en el sabor, recordemos que un estudio realizado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos concluía que calentar con agua caliente los tomates que habían sido cortados en verde mejoraba el sabor que ofrecen.
Sobre la adición de aceites esenciales con propiedades antimicrobianas al agua con la que se lavan tubérculos y otras hortalizas sería un sistema defensivo y de conservación añadido, los expertos comentan que en principio experimentarán con el uso de aceites esenciales de tomillo y orégano. Utilizar aceites esenciales para mejorar la seguridad de los alimentos es un tema que se ha estudiado desde hace tiempo como una alternativa a los antimicrobianos sintéticos como, por ejemplo, las sulfamidas o quinolonas, formulaciones utilizadas para conservar los alimentos por su capacidad antibacteriana, por lo que tiene sentido el uso de los aceites en este proceso.
El Proyecto KvaliRod (Raíces de calidad) está enmarcado en el Green Development and Demonstration Programme, un programa de cuatro años que apoya el desarrollo y la producción en la industria alimentaria danesa a través de la financiación de proyectos de desarrollo para la comercialización de tecnologías prometedoras que tienen un gran potencial de mercado y efectos medioambientales positivos. Los investigadores comentan que han iniciado los primeros pasos en la investigación y aún tardarán un tiempo en ofrecer resultados, para ello trabajan en colaboración con varios productores y compañías alimentarias.
Se considera que es posible que gracias a este proyecto y a sus resultados, se puedan desarrollar nuevos métodos para el procesamiento de alimentos que contribuyan en la reducción del desperdicio alimentario. A través de este artículo publicado en la página web del Departamento de Ciencias de los Alimentos de la Universidad de Aarhus podréis conocer más detalles sobre esta investigación.
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