Para quien es amante de los sabores cítricos, es obligado probar una bebida tradicional italiana elaborada a base de limones frescos y alcohol, se trata del limoncello. Nosotros hemos degustado varios, pero el último ha sido el que ofrece Villa Massá, una empresa que elabora la bebida según una receta tradicional de Italia que data de 1890.
Los limones son producidos en la Península Sorrentina, lugar de gran tradición en la producción de este fruto, por cierto, recordar que lo que se utiliza para elaborar el limoncello es la piel de los limones y cuanto más fina sea, mejor.
La fina piel de los limones es sumergida en unas cubas de acero inoxidable que contienen alcohol, la maceración dura unos cuantos días, después las cáscaras son extraídas de las cubas y se procede al filtrado del alcohol para eliminar impurezas.
El líquido resultante se mezcla finalmente con agua y azúcar hasta alcanzar el punto óptimo para su degustación, no se le añade ningún tipo de aditivo ni conservantes.
Es una bebida ideal para realizar combinados, aunque si te gustan los sabores fuertes y ácidos, beberlo solo será también una buena opción, mucho mejor si está bien fría, personalmente pensamos que es una de las mejores formas de saborear el limoncello.
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