La mayoría de personas disfrutamos de la comida cocinada, de hecho, todo el sistema gastronómico occidental gira en torno a los alimentos cocinados. Durante los últimos años se han extendido nuevas tendencias en el mundo occidental, es el caso de la denominada Life Food, disfrutar de los alimentos vivos. Esta nueva tendencia se apoya en aspectos como una mayor calidad de los alimentos al consumirlos vivos, mayor ahorro energético y por tanto, menor contaminación del medio ambiente.
Life Food nace como una corriente gastronómica derivada del crudivorismo que impulsaban los especialistas naturistas en la década de los 60, aunque hay que tener en cuenta que en los países asiáticos se práctica desde mucho antes y no sólo con frutas y verduras. La alimentación se basa en la ingesta de frutas, verduras, germinados, etc., todos aquellos productos recién cosechados que pueden comerse sin necesidad de cocción alguna, aunque habría que tener en cuenta que sin cocción, las intoxicaciones alimentarias estarían a la orden del día, la cocción en ocasiones es garantía de salubridad.
Según algunos especialistas de esta tendencia, la comida cocinada no es la más apropiada para el organismo, ya que genera demasiados residuos y los procesos de cocción rompen elementos nutritivos y beneficiosos para el organismo, como pueden ser los grupos enzimáticos o proteínicos. Uno de los principios filosóficos de «Life Food» se basa en lo que decía Hipócrates, «Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento«. Creemos que este tipo de alimentación está estrechamente relacionada con los alimentos ecológicos, ya que todos aquellos que se producen de forma industrial pueden aportar a nuestro organismo determinadas sustancias perjudiciales fruto de la acción de los fungicidas, pesticidas y demás agentes químicos que preservan las cosechas.
Life Food es una tendencia no permitiría que los cocineros pudieran desarrollar todas las recetas con las que consiguen seducir nuestro paladar, comer crudo es saludable, pero quizás es una postura extremista. Sería interesante que los que conforman esta tendencia tuvieran en cuenta los estudios realizados por los Genetistas de la Universidad de Chicago, en los que determinan que nuestras diferencias con los chimpancés han sido causadas por la ingesta de alimentos cocinados. Estudiando la genética del hígado para comprender de qué manera procesamos las proteínas que hemos ingerido, los científicos descubrieron que comer alimentos cocinados provocó que nuestro organismo cambiara el modo de procesar las proteínas, ya que éstas se alteraron con la cocción cambiando las propiedades bioquímicas de los alimentos y por tanto, obligaron a nuestro organismo a modificar el modo de procesar los nutrientes recibidos.
Según los científicos, ha sido el fuego, la cocción, lo que nos ha hecho más humanos y ha sido un aspecto fundamental en nuestra evolución, así se indica en el estudio publicado en la prestigiosa revista electrónica Nature. Disfrutar de los alimentos ecológicos y además bajo el marco del Slow Food, es una buena opción de alimentación.
Foto | vanessa lollipop