En algunas comunidades como en Soria o Navarra, salir a los bosques para recoger setas no es gratis, eso ya lo sabíamos a través del post Marca de Calidad Setas de Castilla y León. Los aficionados de estas comunidades que recogen setas sin ánimo de lucro y para el disfrute personal, deben pagar 5 euros al día por la licencia para recoger setas, los foráneos deben pagar el doble, 10 euros. Claro que esta es una licencia para quienes van esporádicamente a recolectar setas, el permiso comercial tiene un coste de 240 euros por año.
Esta es la iniciativa puesta en marcha en Pinares Llanos (Soria), sin la licencia de setas no estará permitida la recolección, se trata de un coto micológico que comprende zonas de Burgo de Osma, Tierras Altas y Almazán. Claro, que el proyecto se pone en marcha este año en otras provincias, Valladolid, Burgos, Ávila y Soria, se indica que se trata de una iniciativa libre a la que se pueden adherir libremente los ayuntamientos, evidentemente todo lo que sea recaudar nuevos fondos siempre será bien visto y es difícil creer que no se adhieran algunos municipios.
En la publicación digital La Verdad podemos leer que se pretende conciliar el aprovechamiento de los recursos micológicos con la sostenibilidad del territorio, aunque en nuestra opinión una de las razones prioritarias es la satisfacción económica de ayuntamientos y propietarios de bosques. Podemos recordar por ejemplo el post Regular la recogida de setas en Catalunya, los propietarios de los bosques privados (recordemos que supone el 85% de los bosques catalanes), piden abiertamente una compensación económica indicando que con la ley en la mano, las setas les pertenecen del mismo modo que les pertenecen los bosques.
No es que no estemos de acuerdo con la regulación o la obligación de obtener un permiso para recoger setas, pero creemos que en el ámbito lúdico, cinco euros por día y persona para recolectar setas es un precio excesivo. En Navarra por ejemplo también se ha implantado el sistema de pago en el Valle de Ultzama y posiblemente se extienda a otras zonas de riqueza micológica, es muy probable que en breve, salir a recolectar setas en cualquier región de nuestro país conlleve la obligación de poseer la licencia para recoger setas.
Resulta curioso saber como otros países como Canadá o Suiza han visto el modelo de regulación con buenos ojos, del mismo modo que el modelo del IVA se extendió y aplicó en muchos países, ocurrirá lo mismo con la licencia de setas. La regulación es necesaria, sobre todo para mejorar el cuidado de los bosques, seguramente más de un lector habrá podido comprobar cuál es el resultado de una afluencia masiva de recolectores y el daño que se puede realizar al medio ambiente.