Poco a poco aumenta la lista de países que deciden tomar medidas contra las bebidas energéticas, a Arabia Saudí y Lituania se suma hoy Letonia, país vecino de Lituania que ha anunciado que va a prohibir la venta de bebidas energéticas a menores de 18 años. También se han planteado otras medidas como la prohibición de que las marcas que elaboran este tipo de bebidas puedan patrocinar eventos deportivos, la limitación de la publicidad a través de los medios audiovisuales y gráficos, o la inclusión de advertencias sanitarias obligatorias en los envases sobre los riesgos de abusar de su consumo.
Letonia prohibirá las bebidas energéticas a los menores de 18 años a partir del próximo 1 de junio, se obligará a los minoristas que comercialicen este tipo de bebidas, a que comprueben la edad de quienes quieran adquirir bebidas energéticas que contengan más de 150 miligramos de cafeína por litro, taurina, inositol o alcaloides de guaraná y ginkgo. Por otro lado, se prohibirá la comercialización en escuelas o universidades, recordemos que este tipo de bebidas es cada vez más popular entre los estudiantes de muchos países, ya que les ayudan a mantenerse durante bastante tiempo despiertos, especialmente en época de exámenes.
Como en el caso de Lituania, la nueva legislación se ha basado en el estudio que la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) realizó en el año 2013, en el que se concluía que alrededor de un 70% de la compra de este tipo de bebidas en la UE la realizaban los adolescentes, a esto hay que añadir los diferentes estudios que se han presentado durante los últimos años, relacionando el consumo de estas bebidas con diferentes riesgos para la salud.
Merece la pena recordar que la OMS (La Organización Mundial de la Salud) se pronunció en su momento sobre esta cuestión advirtiendo que las bebidas energéticas debían ser reguladas, ya que se podrían convertir en un problema de salud pública. Algunas investigaciones han asociado un consumo excesivo de bebidas como Red Bull o Monster, entre otras, con problemas del corazón, hipertensión, depresión, palpitaciones y convulsiones.
La decisión adoptada por el Gobierno de Letonia ha sido criticada por la Asociación de Publicidad de Letonia (Ira), en este comunicado explica que las restricciones publicitarias de las bebidas energéticas son contrarias a las leyes y principios fundamentales de la Unión Europea. Se hace hincapié que no existe ninguna justificación científica o jurídica para llevar a cabo dichas restricciones publicitarias y por ello solicitan a los legisladores que abandonen el proyecto de ley.
Esta asociación explica que en varios países de la Unión Europea, en base a la supuesta amenaza para la salud pública, se han intentado restringir ciertas actividades de productos de publicidad y marketing, sin embargo, el Tribunal de Justicia se ha pronunciado en varias ocasiones argumentando que las restricciones publicitarias y de marketing sólo se llevan a cabo en el caso de que existan evidencias científicas sobre los efectos perjudiciales para la salud. Añaden además que la EFSA publicó un dictamen científico sobre la seguridad de la cafeína (que podéis leer aquí), considerando que las bebidas que la contienen no representan un riesgo para la salud de niños o adultos si se toman con moderación. Parece que la publicidad de las bebidas energéticas les debe reportar buenos ingresos a los publicistas del país para que se conviertan en sus fervientes defensores.
Según podemos leer aquí, Foodwatch, asociación alemana sin ánimo de lucro que intenta defender los intereses y derechos de los consumidores, recibe con satisfacción la nueva ley comentando que ha defendido desde hace mucho tiempo la necesidad de que se prohibiera en toda la UE la comercialización de bebidas energéticas a menores de 18 años. También ha estado solicitando que se incluyeran en los envases los mensajes de advertencia sobre los riesgos para la salud del abuso de estas bebidas, comentando que países como Letonia o Lituania son ejemplos a seguir.
No es de extrañar que en Letonia se haya planteado dicha prohibición, ya que el consumo de este tipo de bebidas en ese país es muy elevado, del mismo modo que lo era en su país vecino cuando se aplicó la prohibición. En Lituania el consumo anual rondaba los 6 millones de litros anuales, siendo el país que más bebidas de este tipo consumían en la zona del Báltico, aunque de momento no se han dado cifras sobre cuánto se ha reducido el consumo tras la prohibición.
Foto | Simon le nippon