A más de uno os habrá llegado la recomendación de tomar ‘leche dorada’, ‘golden milk’ o ‘cúrcuma latte’, contemplada por algunos como una de las mejores bebidas que se pueden tomar en pro de la salud. Realizando una simple búsqueda en Google podemos leer cosas como ‘puede cambiar tu vida’, ‘la mejor medicina’, ‘te mantiene fuerte’, ‘para adelgazar’ y mil y un mensajes que pueden dar falsas esperanzas a muchas personas. No es que la leche dorada sea algo que pueda perjudicar si se consume, pero tampoco hace milagros.
Para quien no la conozca, la leche dorada es una bebida básicamente elaborada con bebida vegetal y cúrcuma, esta especia es la que le proporciona el color por el que recibe el nombre de ‘dorada’. Además, se le suelen añadir otras especias como la pimienta, el jengibre, el cardamomo, el anís o la canela, entre otras, pero sobre todo la pimienta, pues afirman que así se asimila mejor la cúrcuma. También se suele añadir aceite de coco o de oliva virgen extra para favorecer su absorción y que resulte más nutritiva, y miel para endulzar.
Es precisamente por la cúrcuma por la que esta bebida goza de tanto reconocimiento, pues diversos estudios han demostrado que la curcumina que contiene este rizoma (se puede consumir fresco, como el jengibre, o en polvo) tiene propiedades beneficiosas para la salud, como antioxidante, antiinflamatorio, analgésico, digestivo, para mejorar la circulación, controlar algunas alergias e incluso para la prevención de ciertos tipos de cáncer, entre otras cosas.
Por todo ello, la cúrcuma se utiliza en la medicina natural desde la antigüedad, no obstante, parece ser que no se ha podido demostrar que tenga efectos medicinales efectivos y específicos, no se conoce qué cantidad habría que ingerir para utilizarlo como tratamiento para las patologías o como preventivo de enfermedades como las mencionadas. Por lo tanto, la moda de tomar ‘leche dorada’ puede estar muy bien, porque es una bebida que hidrata, puede estar rica y algún que otro nutriente puede proporcionar, pero de ahí a que prevenga o cure, puede haber un trecho.
Sirvan estas líneas para reflexionar sobre la importancia de cribar la información que se lee en internet y en las revistas, de no aferrarse a las modas de los superalimentos ni de ningún otro tipo como si fueran una salvación, de que la información que nos llegue siempre sirva para hacernos más preguntas, y además, que dudemos de ciertas respuestas, siempre hay que buscar más fuentes. Hay cosas que hay que tomarlas con sentido del humor, y nada mejor que el vídeo que la boticaria Marian García (doctora en Farmacia, graduada en Nutrición Humana y Dietética y diplomada en Óptica y Optometría) realizó recientemente para explicar si la leche dorada es un superalimento o una chorrada.
Marián García explica que la leche dorada empieza confundiendo al consumidor por su nombre, pues se elabora con bebida vegetal (de almendra, de avena, de soja…) por lo tanto no se puede llamar leche. Recordemos que la industria láctea está luchando por que se prohíba el uso del término ‘leche’ para estas bebidas vegetales, de momento, en Estados Unidos.
Prepara una sencilla leche dorada o golden milk, y a continuación explica por qué se atribuyen tantos beneficios a esta bebida, mencionando las evidencias científicas de los efectos beneficiosos de la curcumina, pero también explica lo que mencionábamos, no se conoce en qué dosis se debería ingerir la cúrcuma para que proporcionara los efectos deseados, y también habla sobre los problemas de absorción de la especia, aludiendo a la piperina (pimienta) como posible ayuda, pero cuya dosis tampoco está definida. Por lo tanto, echar un poco de cúrcuma en un poco de bebida vegetal no va a ofrecer esos ‘maravillosos’ efectos sobre la salud que se anuncian a bombo y platillo en muchos medios de comunicación.
Otro dato que proporciona la boticaria es que la FDA tiene catalogada a la cúrcuma como un falso remedio para la prevención del cáncer, y que no debe consumirse con ese objetivo. Así que terminamos con el farmapoema de Marián García: ‘La leche dorada ni es leche ni cura nada, vamos, una chorrada’.
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