Acaba de lanzarse al mercado la primera partida de Lechazo de Castilla y León con carné de identidad, concretamente del matadero de Palencia, recordemos que la zona de producción contemplada en la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P) abarca la zona geográfica de Zamora, León, Burgos, Soria, Segovia, Ávila, Salamanca, Valladolid y Palencia.
El lechazo de Castilla y León permitirá conocer exactamente la procedencia de la raza de la carne y de su criador, es un nuevo sistema de trazabilidad electrónico (microchip implantado en la oreja del animal) que ha puesto en marcha la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León y que podrá combatir los posibles fraudes y errores que se producen en los centros de distribución al ofrecer lechazo foráneo como si se tratase de un producto amparado por la I.G.P., de ello hablábamos en el post sobre la especulación del Lechazo de Castilla y León.
Recordemos que con la llegada de las fiestas navideñas aumenta el consumo de lechazo y las cadenas de distribución optan por importar corderos lechales de otros países como Francia a precios mucho más bajos, sin embargo, en algunos casos son comercializados como un producto de calidad amparado por la I.G.P. y por tanto, a precios que no se ajustarían a la realidad. Se pretende distinguir el lechazo y que el consumidor sea consciente de lo que come, ahora se ofrecerá información adicional en el etiquetado como el lugar de nacimiento del cordero lechal, en qué explotación y provincia ha sido criado, a qué raza pertenece, sea Churra, Castellana u Ojalada y finalmente, en qué matadero ha sido sacrificado.
El consumidor podrá decidir si disfrutar del sabor de un producto de dudosa procedencia y calidad o del auténtico Lechazo de Castilla y León, no tendrá cabida la equivocación de comprar un cordero lechal de la raza merina procedente de Marruecos, Francia, etc., como si fuera de las razas que antes hemos mencionado y que están amparadas por la Indicación Geográfica Protegida. Según leemos en ABC, se corta de raíz la competencia desleal y se elimina uno de los motivos que podían desacreditar la calidad del cordero lechal. Recordemos que este cordero debe reunir determinados parámetros para que se considere un auténtico lechazo de Castilla y León, además de la raza, el peso vivo en el momento del sacrificio debe establecerse entre los 9 y 12 kilos, y la edad de sacrificio debe superar los 35 días.
De momento, el Lechazo de Castilla y León con carné de identidad es un proyecto piloto en el que participan 160 ganaderías de Castilla y León, a partir del próximo mes de enero podrán participar en el proyecto todas aquellas ganaderías de Castilla y León que desean destacar la calidad de su producto con una identificación explícita y detallada, para los consumidores el beneficio será que no nos darán gato por liebre, siendo conscientes de lo que realmente compramos. En este proyecto van a poder participar además mataderos, transportistas u operadores de lechazo que deseen apuntarse al avance tecnológico para dar mayor valor al producto.
Quizá este tipo de soluciones deberían haberse adoptado antes y se habría logrado frenar un poco la caída de los precios, recordemos que actualmente se cotiza a 3′75 euros el kilo, aunque los consumidores lo pagamos a un precio bastante más elevado y además sin I.G.P.