El consumo en crudo de hortalizas y frutas debemos realizarlo durante todo el año, pero es especialmente en las estaciones más cálidas cuando este consumo aumenta, ensaladas, gazpachos, frutas frescas… es posible que sea en verano cuando más se acerca la población en general a las cinco raciones de frutas y verduras al día. Es muy importante tener en cuenta la limpieza de estos alimentos que pueden ser portadores de gérmenes que no se eliminan a través de la cocción, su consumo en crudo hace que el lavado de verduras y frutas deba realizarse de forma meticulosa.
La Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria ha publicado en su web una serie de consejos para el lavado de verduras y frutas, un paso a paso para que durante todo el proceso de manipulación y preparación, sea para consumo inmediato o para su conservación, resulte efectivo a la hora de eliminar los posibles patógenos alojados en la superficie de estos alimentos.
Antes de pasar a los consejos para la higiene de vegetales frescos, queremos recordaros y recomendaros la lectura del Test de seguridad alimentaria en la cocina doméstica, que ayuda a tener claros los conceptos básicos de higiene, manipulación y tratamiento de los alimentos con la finalidad de evitar las toxiinfecciones alimentarias.
También será interesante repasar los nuevos mitos sobre seguridad alimentaria que publicaron desde la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, y para finalizar, un recopilatorio de información de gran interés para todos, cocinéis o no, es cómo evitar las toxiinfecciones alimentarias. Recordad que la higiene alimentaria debemos tenerla presente siempre, pero en la época estival hay que prestarle aún mayor atención, las altas temperaturas son aliadas del desarrollo de microorganismos, bacterias, parásitos… y como consumidores y preservadores de nuestra salud, debemos cumplir con las buenas prácticas de higiene desde que adquirimos un alimento hasta que lo servimos en la mesa.
Lavado de verduras y frutas para consumo en crudo
- Lavar todos los productos antes de pelarlos, cortarlos y prepararlos para cocerlos y consumirlos. De esta manera, al usar el cuchillo, las bacterias y la suciedad no contaminarán el alimento por contacto entre la pulpa y la cáscara.
- Utilizar superficies de trabajo y utensilios (cuchillos, cepillos, etc.) limpios, secos y que no hayan estado en contacto con otros alimentos.
- Antes de lavar las verduras, lavarse bien las manos con agua tibia y jabón durante 20 segundos, aclararlas cuidadosamente y secarlas con papel de cocina de un solo uso o con una toalla de materia textil que se lave regularmente a 60 °C.
- Lavar las frutas y las verduras bajo el chorro de agua, enteras y con la piel. Así evita que, al cortarlas, los microorganismos y otros contaminantes pasen al interior. Frotar la superficie de las frutas y las verduras bajo el agua corriente del grifo.
- Rechazar las hojas exteriores de la lechuga, la escarola, las coles, las endivias, etc. Lavar las lechugas hoja por hoja.
- Utilizar un cepillo para verduras limpio para eliminar la tierra de las setas y para restregar con firmeza los productos con una superficie exterior dura o rugosa como las patatas, los melones y los pepinos.
- Retirar y rechazar las secciones de las frutas y verduras con hongos, heridas, cortes o zonas demasiado maduras y dañadas.
- Lavar las hierbas como el cilantro, el perejil, el apio y la menta en manojos pequeños, dándoles vueltas hasta que todas las ramas queden limpias.
- Volver a lavar los vegetales con agua, una vez pelados y cortados.
- Secar los productos limpios con toallas de papel o con un paño limpio y seco para eliminar cualquier resto de bacterias.
- Mantener las verduras limpias y secas en refrigeración hasta el momento de usarlas o consumirlas.
Ya sabéis, comer sano también conlleva realizar prácticas de higiene básicas, continuaremos abordando este tema en los meses más delicados para disfrutar de un verano con salud y buena mesa.
Foto | Jdavis