El año pasado, a través de la organización de consumidores Foodwatch Países Bajos, podíamos saber que las uvas pasas podían contener hasta 30 tipos diferentes de pesticidas. Cierto es que individualmente es posible que el contenido de cada pesticida no supere los límites establecidos por la normativa de la Unión Europea, pero todo el conjunto se convierte en un cóctel del que no se sabe cómo interactúan las sustancias químicas y sus efectos en el organismo no se han estudiado.
Ya ha pasado más de un año desde que se denunciara este problema y, a pesar de la gran cantidad de pesticidas que contienen las uvas pasas, e incluso trazas de otras sustancias ilegales, el tema sigue sin resolverse. Se denuncia que la Autoridad Holandesa de Seguridad de Productos de Consumo y Alimentos (NVWA) no ha tomado medidas al respecto, por ello, se recomienda de nuevo no consumir uvas pasas convencionales, ya que pueden contener un cóctel de productos fitosanitarios que afecte a la salud. En su lugar se recomienda el consumo de pasas ecológicas porque, aunque también contienen residuos químicos, las variedades y cantidades son mucho más reducidas. Tengamos presente que este problema no afecta sólo a los Países bajos, sino a toda la Unión Europea.
Recordemos que la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) empezó a trabajar para determinar el riesgo acumulativo de la combinación de distintos pesticidas contenidos en los alimentos, presentando el primer informe en el año 2020. Se trataba de dos evaluaciones piloto que se realizaron en colaboración con el Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente de los Países Bajos (RIVM), y en las que se consideraron posibles riesgos del cóctel de químicos para el sistema nervioso y el sistema tiroideo.
La conclusión preliminar apuntaba que el riesgo para el consumidor estaba por debajo del umbral que desencadena la acción reguladora para todos los grupos de población cubiertos, es decir, en principio se habla de que no hay riesgo alguno, pero es difícil de creer para algunas organizaciones y expertos. El caso es que, según el seguimiento que realiza Foodwatch, cada año se baten records de contaminación por pesticidas, el número medio de toxinas por muestra de uvas pasas fue de 18,6 (el año pasado la cifra se situaba en un 10’8), y en algunos casos, se identificaron hasta 39 sustancias fitosanitarias diferentes que estaban presentes en la muestra de uvas pasas comercializada por Jumbo (el año pasado se contabilizaron 30 diferentes).
Y sobre las mencionadas conclusiones de la EFSA, es necesario recordar que fueron cuestionadas por la organización Pesticides Action Network Europe (PAN), al considerar que la EFSA había adoptado un sistema diseñado por la industria de los pesticidas a fin de garantizar que los resultados que se obtendrían fueran favorables y protegerían los intereses de esta industria, de todo ello hablábamos aquí.
Los estándares de seguridad se centran en los residuos a nivel individual, pero es urgente analizar los efectos de la combinación de diferentes productos fitosanitarios y poner en marcha una regulación sobre esta cuestión. Según la organización de consumidores, se han encontrado en el último análisis realizado en 18 muestras de uvas pasas, hasta 73 residuos de plaguicidas diferentes que están prohibidos en la Unión Europea, fruta desecada que comercializan supermercados como Albert Heijn, ALDI, Jumbo, Lidl y Plus. Y sobre esta cuestión, la organización denuncia que ninguna cadena de supermercado toma medidas, ignoran las advertencias realizadas, algo que no ocurre con la fruta fresca, ya que algunas cadenas de supermercados sí establecieron requisitos sobre la cantidad máxima de residuos.
Este problema se origina por la importación de productos cultivados por terceros países, cuyas regulaciones en materia de fitosanitarios no son tan estrictas como las comunitarias, pero irónicamente, en este problema interviene muy directamente Europa, porque las empresas de productos fitosanitarios europeas, producen y comercializan estos productos fitosanitarios prohibidos a terceros países. No hace mucho que hablábamos de la a campaña “Plaguicidas boomerang” en este post, en el que se denunciaba que los pesticidas prohibidos en suelo comunitario, llegaban a Europa a través de diferentes alimentos importados.
Aunque se recomienda el consumo de pasas ecológicas, como ya hemos comentado, se habla de que es una alternativa, pero que tampoco están libres de productos químicos, en los análisis realizados se detectó una media de 0’7 residuos tóxicos por muestra, ocho residuos que no están permitidos en la agricultura ecológica, además de otros cinco de productos fitosanitarios no permitidos en la UE. Por tanto, mientras no se impongan requisitos estrictos sobre el uso de pesticidas, la recomendación es consumir uvas pasas ecológicas, si se consumen…
A través de la página oficial de Foodwatch, podéis conocer más detalles de los análisis, las conclusiones, las reivindicaciones y las campañas puestas en marcha exigiendo una legislación estricta sobre el contenido de residuos de plaguicidas en los alimentos.
Foto 1 | Zeev Barkan
Foto 2 | Leslie Seaton