Hoy conocemos un estudio realizado por Nielsen, compañía especializada en mediciones y análisis de mercado para determinar la actitud y conducta de los consumidores, en el que se concluye que durante las últimas tres décadas en España se han cerrado 69.986 tiendas de ultramarinos, pasando de 93.079 tiendas en 1985 a 23.093 en el año 2014. Por el contrario, el número de supermercados ha crecido en el mismo periodo a un ritmo vertiginoso, pasando de 1.622 en el año 1985 a 18.527 en el año 2015, también destaca el crecimiento de los hipermercados, que han pasado de 72 a 449 en el mismo periodo. A raíz de estos datos y pensando que la tendencia se podría mantener, es fácil deducir que las tiendas tradicionales de alimentación están condenadas a desaparecer.
Nielsen explica que la oferta comercial se ha reducido en España, pero cualitativamente ha sucedido todo lo contrario, los consumidores no suelen acudir a un solo lugar para hacer sus compras, visitan hasta siete establecimientos distintos, desde pequeños supermercados que cuentan con 2.000 referencias alimentarias, hasta grandes hipermercados en los que se pueden encontrar hasta 14.000 referencias distintas. La modernización de la economía española y del sector de la distribución, son dos de las principales causas de la actual situación. Los consumidores nos hemos habituado a realizar las compras en los grandes centros por varios motivos, falta de tiempo, una gran cantidad de referencias existentes, la gran variedad de ofertas atractivas, y por supuesto, por los precios más competitivos. En cambio, a las tiendas tradicionales se suele acudir puntualmente, cuando se necesita algún producto en particular.
En 1985 muchos consumidores acudían a diario a las pequeñas tiendas de alimentación, en ellas se recibía un trato personalizado, los tenderos aconsejaban y en muchas ocasiones conocían por el nombre a sus clientes. En la actualidad los consumidores son responsables de una cuarta parte de las ventas de productos de gran consumo, en la mayoría de casos no necesitan que se les asesore, se valen por sí mismos para elegir los productos que ven en los lineales de los grandes centros para llenar la cesta de la compra.
Los supermercados e hipermercados han procurado mantener o recuperar algunas características de las tiendas tradicionales para ofrecer ese trato personalizado que siempre gusta a los consumidores, se puede citar como ejemplo la venta de productos frescos. A pesar de que encontramos lineales con carne, pescado, embutidos, quesos o frutas y verduras envasados, podemos optar por el servicio personal de estos productos a granel. Hay que decir que en muchos casos, el trato del personal de estos departamentos de los supermercados e hipermercados puede llegar a ser tan personal como lo es en una pequeña tienda de alimentación.
El panorama de la distribución en nuestro país ha cambiado de forma significativa, en 1985 las tiendas tradicionales representaban dos de cada tres puntos de venta de gran consumo, en la actualidad, supermercados e hipermercados acaparan el 45% de los establecimientos en los que los consumidores adquirimos los productos alimentarios para nuestra despensa. Evidentemente la oferta comercial parece haberse reducido, sin embargo, y como ya hemos indicado anteriormente, cualitativamente ha sucedido lo contrario, ahora encontramos miles de referencias de productos más.
Hay que apuntar que otro nuevo modelo de negocio se va introduciendo poco a poco y puede llegar el día en el que una buena parte de los consumidores ya no acudan a los centros a comprar, hablamos de un canal que aunque lentamente, crece de forma continua, el de las ventas online de alimentos. Según comenta Nielsen, actualmente 1 de cada 10 consumidores que realizan compras de productos alimentarios, ha comprado a través de internet. Este número se irá incrementando año tras año y posiblemente provocará cambios significativos en supermercados e hipermercados en unos años. Merece la pena recordar este post sobre el informe titulado “Preferencias de los canales de distribución del consumidor global”, proporciona datos y cifras sobre las compras online de alimentos en España.
En otros países la venta de alimentos online crece de una forma vertiginosa, se puede citar como ejemplo la previsión de ventas en Estados Unidos para el año que viene, según un estudio elaborado por Groceries 2.0, en ese país la compra online de alimentos se incrementará en nada menos que un 40%. Si os interesa conocer un poco mejor las cifras del canal de ventas de alimentos a través de internet, os recomendamos leer el post en el que IGD (Institute of Grocery Distribution) proporciona el ranking de países en los que más compras de alimentos online se realizan. Podremos comprobar que el crecimiento en este canal es vertiginoso en muchos países y esta tendencia terminará adoptándose en países como España.
Hace unas décadas era impensable comprar productos alimentarios sin pasar por las tiendas físicas, ahora es una realidad y como explica Gustavo Núñez, director general de Nielsen España, esto acaba de empezar, las ventas de gran consumo online representan sólo el 0’7% del total del mercado, pero teniendo en cuenta que tres de cada cuatro usuarios poseen un smarphone y que a una buena parte de consumidores realizar las compras les supone una tarea engorrosa y tediosa, parece evidente que este canal de venta se irá imponiendo, afectando al formato actual de negocio de supermercados e hipermercados. A través de la página oficial de la consultora Nielsen, podréis conocer más detalles sobre este informe.
Foto | Monica Arellano
1 comentarios
Pienso que el artículo no deja claro si las tiendas tradicionales van a desaparecer…
Un saludo