En muchas páginas de internet hablan sobre los beneficios de las semillas de albaricoque y su contenido en vitamina B17, también denominada amigdalina o laetril. Este compuesto en realidad no es una vitamina, está formada por dos unidades de glucosa, una unidad de benzaldehído y una de cianuro, que están estrechamente vinculadas en una molécula de B17, lo que provoca que en principio las dos últimas sustancias se vuelvan totalmente inertes y sin efecto sobre los tejidos vivos. A las semillas se les han atribuido propiedades anticancerígenas, ya que la amigdalina se utiliza en la elaboración de un fármaco utilizado para la terapia contra el cáncer, sin embargo, algunas investigaciones han determinado que no existen tales propiedades.
Pues bien, según la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) hay que tener mucho cuidado con las semillas de albaricoque, ya que pueden provocar envenenamiento por cianuro. La EFSA explica que la amigdalina presente en las semillas degrada al cianuro mediante la trituración o masticación, pero no se degrada todo, por lo que dependiendo de la cantidad de semillas que se consumen, puede provocar una intoxicación con diferentes efectos, fiebre, náuseas, insomnio, dolor de cabeza, dolores en las articulaciones, caída de la presión arterial, etc.
La agencia aclara que los supuestos beneficios de las semillas de albaricoque para el tratamiento del cáncer o para cualquier otro uso, está fuera de la competencia de la seguridad alimentaria de la EFSA, por lo que no forman parte de la opinión científica proporcionada. Según los estudios realizados, una cantidad variable entre 0,5 y 3,5 miligramos de cianuro por kilo de peso corporal puede resultar fatal, el cianuro se absorbe rápidamente alcanzando niveles máximos en sangre en cuestión de minutos y se distribuye a todos los órganos.
La cantidad que se considera segura y como ingesta admisible se establece en 20 microgramos por kilogramo de peso corporal, siendo 25 veces inferior a la dosis letal mínima descrita. En base a los límites indicados y a la cantidad de amigdalina presente en las semillas de albaricoque, los investigadores estiman que como mucho se podrían consumir, o bien una semilla grande o tres pequeñas cuyo peso total no exceda de 370 miligramos, en el caso de los niños, la cantidad máxima se establece en 60 miligramos.
La EFSA explica que el consumo de albaricoques no supone ningún riesgo para la salud, ya que la semilla no entra en contacto con la carne del fruto gracias al hueso. La mayoría de huesos y semillas de albaricoque que se comercializan en la Unión Europea proceden de países no comunitarios y se suelen vender a través de internet, se anuncian como un alimento ideal para combatir o prevenir el cáncer, en algunos sitios web se promueve la ingesta de entre 10 y 60 semillas diarias. Como ya hemos indicado, en el tema de los beneficios para el tratamiento del cáncer no entra la EFSA, pero sí en la seguridad alimentaria y según la agencia, se corre riesgo de envenenamiento por cianuro si se supera la ingesta máxima indicada.
La agencia aclara que necesita más información para determinar si existen diferencias objetivas entre los huesos de albaricoque dulces y amargos, así como la existencia de diferencias en el contenido de cianuro de los dos tipos. También es necesario constatar la presencia de cianuro en los huesos de albaricoque y los productos derivados, información sobre el impacto de la eliminación de la piel y otras formas de la elaboración en el contenido de cianuro, etc. De momento la agencia alerta sobre los graves riesgos para la salud relacionados con la presencia de glucósidos cianogénicos en las semillas de albaricoque y sus derivados, y lanza una recomendación sobre la ingesta máxima segura.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página oficial de la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea.
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