Acabamos de conocer la publicación del informe Waitrose Food & Drink 2016 elaborado por la Fundación Waitrose, entidad que nació en el año 2005 con el propósito de ayudar a los trabajadores y pequeños productores agrícolas proveedores de la cadena de supermercados británicos. En este informe se concluye que las redes sociales han cambiado nuestra relación con la comida, y aunque los datos tratados corresponden al Reino Unido, las cuatro tendencias clave del informe se pueden trasladar a otros países.
Cada vez más personas ven la alimentación como parte de su identidad y quieren hacer gala de lo que comen y como lo comen, las personas se implican más en la cocina con el propósito de compartir, darse a conocer, entretener y seducir (gastronómicamente hablando) a los demás usuarios de las redes sociales. Según el informe, uno de cada cinco ciudadanos británicos ha publicado una foto de comida en las redes sociales o se la ha enviado a un amigo durante el último mes.
Más de un 2% de los británicos ha compartido una fotografía de comida durante el último día, el 44% de quienes publican este tipo de fotografías de comida se esfuerzan mucho más en la cocina para preparar platos que destaquen por ser ricos y atractivos visualmente. Las fotografías que se publican en Instagram de las recetas elaboradas, provocan el aumento de la venta de los ingredientes que las conforman, en este sentido Waitrose pone algunos ejemplos de platos que fueron estrella durante este verano en las redes sociales y su correlación con el aumento de ventas en la cadena de supermercados.
La verdad es que no es algo que sorprenda, hablando de otro canal de comunicación, como por ejemplo la televisión, son muchos los comerciantes que comentan que cuando Karlos Arguiñano elabora una receta en su programa de televisión, al día siguiente el producto más demandado en el mercado es el ingrediente principal que el cocinero utilizó en esa receta. Evidentemente se trata de un conocido cocinero, pero esa misma pauta de comportamiento se reproduce en las redes sociales y con personas que no son conocidas, pero son influyentes.
Algo que es significativo es el hecho de compartir recetas de cocina saludables, ya no es una tendencia de unos pocos, ahora casi un 75% de los usuarios de las redes sociales comentan que las comidas saludables que preparan son habituales en su vida cotidiana. El 60% de los usuarios eligen alimentos más frescos y bebidas más saludables, son tendencia alimentos como la harina de coco, el agua de cactus, las semillas y granos, seguir una dieta vegetariana y concretamente una dieta ovovegetariana, que destaca por el consumo de vegetales y huevos. Para muchos, hacer lo correcto con la alimentación se ha convertido en la rutina diaria y así se refleja a través de las imágenes de las comidas que comparten.
Merece la pena recordar este estudio conjunto desarrollado por expertos de la Universidad Saint Joseph de Filadelfia y la Universidad de San Diego, en el que se concluía que la fotografía se ha convertido en una parte importante en la experiencia de comer, asegurando que quienes fotografían sus platos, dándoles buena presentación además hacerlos saludables, ven incrementada la satisfacción al comerlos.
Las conclusiones del estudio de Waitrose o el citado anteriormente son contrarias a las obtenidas por el profesor Charles Spence, psicólogo experimental en la Universidad de Oxford, este experto comentaba que la exposición constante a imágenes de alimentos apetecibles a través de las redes sociales podía provocar un aumento de la ingesta de alimentos, en muchos casos ricos en grasas, ya que seduce más un pastel que chorrea chocolate que un plato de una verdura, lo que contribuiría al aumento de peso. Quizá tenga razón en sus conclusiones y se debería hablar de dos tendencias, los que se preocupan más por seguir una alimentación saludable, y lo que comen con los ojos sin que les importe el valor nutricional de la comida que ven en la fotografía.
Un 80% de los usuarios de las redes tienen en cuenta de forma activa dónde se producen los alimentos que consumen y cómo se cultivan, un 30% piensa y se preocupa más por el medio ambiente y la sociedad, cifra muy inferior hace tan sólo 5 años. Un 46% ha reducido el desperdicio de comida, algo que se ha logrado gracias a que se realizan compras más pequeñas que permiten gestionar mejor las sobras y el desperdicio en el hogar. Se ha experimentado un incremento de la venta de las denominadas frutas y verduras imperfectas, ya no es tan importante la apariencia de los productos si el sabor que ofrecen es de calidad.
Al salir a comer fuera se buscan menús más económicos y saludables, si se quiere dar un capricho especial, se recurre a la elaboración en el hogar. Se ha incrementado el número de reuniones en las que cada comensal lleva una elaboración culinaria como parte de una cena temática en torno a un estilo de cocina. La investigación realizada se basa en las compras realizadas en la cadena de supermercados, cotejada con las tendencias alimentarias que se han podido ver en las redes sociales, esto muestra que las grandes cadenas de supermercados deben estar pendientes de los intereses de los usuarios, de sus tendencias y de otras cuestiones relacionadas con la alimentación, a fin de satisfacer su demanda.
Según el informe, se han identificado cuatro tendencias clave: los medios sociales han cambiado nuestra relación con la comida, los británicos ven ahora la alimentación saludable y el cuidado personal como una parte de lo que somos, el consumo responsable ha entrado a formar parte de la vida cotidiana, y la línea que divide comer en casa o fuera se está difuminando. La cadena de supermercados comenta que para poder ayudar a los clientes es necesario estar atento a los cambios de tendencia y estilo de vida. Lo cierto es que esto no es una novedad, recordemos que el pasado mes de marzo conocíamos un estudio desarrollado por expertos del Instituto de Tecnología de Georgia (Estados Unidos), en el que se utilizaron las fotografías de comida de Instagram para conocer los hábitos alimentarios e identificar las opciones y los perfiles nutricionales de las comunidades que viven en el país.
Se puede decir que las redes y los medios sociales están contribuyendo significativamente a cambiar la alimentación y el estilo de vida, y son los usuarios los que llevan a cabo estos cambios al compartir sus creaciones culinarias en la red. Podéis conocer todos los detalles del estudio Waitrose Food & Drink 2016 publicado por la Fundación Waitrose a través de este enlace (Pdf).