Este vídeo corresponde a un anuncio de televisión que se emitirá primero en Washington (Estados Unidos), y posteriormente en otras ciudades estadounidenses. El vídeo trata de las hamburguesas McDonald’s y sus supuestas consecuencias. Como podemos comprobar, un hombre yace sobre un carro mortuorio, acaba de fallecer y su mano se afianza al último bocado que probó, una hamburguesa de la cadena de fast food.
El spot publicitario ha sido financiado por el Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM), un grupo de especialistas que trabajan para lograr reformas políticas federales en materia de nutrición para lograr mejorar la calidad de vida y la salud de los estadounidenses. EL PCRM es una organización sin ánimo de lucro que se fundó en 1985 y desde entonces desarrolla todo tipo de programas innovadores que guarden relación con la medicina preventiva. Ahora en el punto de mira de la PCRM aparecen las hamburguesas McDonald’s y las supuestas consecuencias.
Se pretende con este spot llamar la atención sobre la relación que existe entre la comida rápida y las muertes por enfermedades del corazón, según se indica en la página web del PCRM, los estudios demuestran que el fast food se asocia a un riesgo más elevado de sufrir sobrepeso y obesidad, problemas que contribuyen a aumentar las posibilidades de sufrir una enfermedad coronaria.
Exceso de sal y grasa en los productos de los fast food es lo que denuncia esta organización, por supuesto McDonald’s ha puesto el grito en el cielo, ya que no se generaliza sobre la comida rápida, es un ataque directo contra la cadena. Además, la Asociación Nacional de Restaurantes (The National Restaurant Association) también se ha pronunciado tachando el spot publicitario de irresponsable y de ser una herramienta para asustar a los consumidores.
A través de la publicación digital Guardian, podemos saber que McDonald’s califica el anuncio de engañoso, escandaloso e injusto para los consumidores. El spot publicitario llega en un momento oportuno, coincidiendo con la campaña para fomentar los hábitos nutricionales saludables en la infancia, campaña impulsada por Michelle Obama, la esposa del presidente estadounidense Barack Obama.
La crisis económica no ha ayudado a mejorar la alimentación de los estadounidenses, por el contrario, recordemos que el consumo de fast food aumentó con la crisis económica, algo lógico teniendo en cuenta que sus productos eran más asequibles que los alimentos considerados saludables. El PCRM no se disculpa e indica que McDonald’s es una de las mayores cadenas de fast food, de hecho, cuando se habla de comida rápida se suele aludir a esta cadena. Contrariamente a lo que ocurre en Estados Unidos, en el Reino Unido podemos comprobar que la situación es distinta, recordemos que Jamie Oliver aplaude a McDonald’s.
El problema es el abuso, incluso cuando se trata de productos saludables, el abuso los convierte en alimentos perjudiciales, las hamburguesas McDonald’s pueden contener exceso de grasa y sal (tónica que en principio está cambiando), pero si no se abusa y se comen muy esporádicamente es difícil que provoquen algún problema de salud.