La Generalitat de Catalunya advierte que las flores que se comercializan para uso alimentario no cumplen la normativa europea y por ello, la APS (Agencia de Protección de la Salud) está advirtiendo a productores e intermediarios de que las flores comestibles son ilegales. Como sabemos, ya hace varios años que una gran variedad de flores, sean rosas, pensamientos, claveles… se han utilizado en las recetas de cocina de los grandes chefs, se podría decir que casi ninguno ha escapado al uso de las flores que decoran y embellecen los platos, y además se pueden comer.
El mercado de las flores para uso alimentario es un mercado clandestino, a pesar de que la normativa europea contempla un amplio y extenso registro de alimentos, las flores comestibles no están incluidas y en teoría se deberían considerar como un nuevo alimento a incluir en el mencionado registro en un marco de legalidad. Pero para ello primero hay que realizar la petición correspondiente a las autoridades europeas y aportar los estudios oportunos que acrediten que se trata de un alimento apto para el consumo humano, algo que no ha realizado nadie hasta la fecha.
A través de El País podemos saber que para que las flores pudieran considerarse un nuevo alimento y comercializarse libremente, bastaría que un solo productor obtuviera la autorización para comercializar las flores, y automáticamente cualquier otro horticultor podría vender sus flores legalmente en la Unión Europea y eso sin tener que desembolsar la suma que desembolsaría el primer horticultor que realizó la solicitud.
Josep Pàmies, un horticultor del que seguramente más de un lector conocerá por su blog relacionado con la alimentación y la salud, indica que es un problema, ya que como hemos dicho antes, es necesario aportar estudios que resultan muy caros, algo que sólo las grandes multinacionales pueden pagar. El caso es que las flores se comercializan para uso alimentario y los certificados con los que se acreditan son papel mojado para la Unión Europea, y ahora las flores comestibles están en el punto de mira de Bruselas.
Según explica el jefe del área de gestión de riesgos de la Agencia de Protección de la Salud de Catalunya, la Unión Europea no había regulado este alimento porque el mercado de las flores alimentarias hasta no hace mucho era algo testimonial. En poco tiempo el uso de las flores se ha extendido, y más cuando grandes chefs como Ferrán Adrià, Quique Dacosta, Santi Santamaria, Ramón Freixa, Andoni Luis Aduriz y muchos más, las han utilizado habitualmente en sus creaciones gastronómicas.
Aunque las flores sean inocuas para la salud humana, no se han evaluado de forma oficial sus beneficios o riesgos, la APS advierte a través de las cartas sobre la situación y a pesar de que no habla de sanciones ahora, sí advierte que su obligación será velar por el cumplimiento de la normativa en un futuro. Es fácil entender que si no se regulariza este mercado, se podría sancionar a diestro y siniestro a horticultores e intermediarios que trabajan proporcionando flores para uso alimentario.
Las flores son un alimento tradicional y no un nuevo alimento de la gastronomía, deberían estar enmarcadas en el mismo segmento que otros alimentos, se consideran seguras si se cultivan en las condiciones adecuadas y cuentan con el aval de siglos de consumo (las flores también se han consumido desde hace siglos). Una posibilidad para evitar las sanciones y poder demostrar que son un alimento tradicional según las normativas europeas, sería constatar que las flores ya se comercializaban antes de 1997, año en el que se estableció el reglamento europeo 258/1997 sobre nuevos alimentos y nuevos ingredientes alimentarios. En el caso de Josep Pàmies, indica que aunque ya vendía flores para uso alimentario en aquella época, no existe nada que lo pueda acreditar. En este punto sería interesante recordar que el chef francés Michel Bras utiliza las flores desde hace décadas, quizá este argumento podría servir para que se considerara un alimento tradicional.
Son varios los cocineros que declaran que han utilizado flores comestibles desde hace años como un ingrediente más, además de poderse encontrar en los mercados, algunos las cultivan para sus creaciones gastronómicas. Chefs como Andoni Luis Aduriz apuntan ejemplos como que las alcachofas son flores, otros chefs como Ramón Freixa indican que utilizan las flores en sus platos desde hace 15 años como un ingrediente más, citamos unas palabras muy coherentes del chef: “Me parece bien que las cosas estén normalizadas, pero tiene que haber mesura y sentido común, porque a veces los legisladores se pasan”, nosotros añadiríamos que se habla de afán regulador, pero quizá sea otro tipo de afán, ¿el dinero que puede mover el mercado de las flores para la alimentación ha captado la atención de la UE?
La polémica está servida y seguramente conoceremos nuevas noticias, ¿qué opinas al respecto?
Foto | Nair la Jefa