Primero conocíamos el caso de la denuncia de COAG y UPA por las ventas a pérdidas en el aceite de oliva virgen extra realizadas por Carrefour, posteriormente conocíamos otro caso, pero esta vez era la Unió de Pagesos de Catalunya la que denunciaba a Carrefour por las ventas a pérdidas con las naranjas. Hoy, este sindicato vuelve a ser protagonista y denuncia a la cadena de supermercados Día por la venta a pérdidas de aceite de oliva virgen extra, aceite que se ha comercializado a 1’99 euros/litro si se adquiría una segunda unidad. Da la impresión de que las denuncias por las ventas a pérdidas serán una constante.
La UP (Unió de Pagesos) ha presentado la denuncia ante las autoridades de Catalunya sobre competencia y comercio indicando que, según la Base de datos de Precios de Venta al Público del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el aceite debería haberse comercializado a 2’35 euros el litro. Por supuesto ,y tal y como ocurrió con las naranjas, la oferta del aceite Día correspondiente al periodo comprendido entre el 29 de noviembre y 14 de diciembre del año pasado, ha sido denunciada a la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) por presunta colusión tácita como conducta paralela a la de Carrefour, es decir, parece que se indica que existía un acuerdo entre los dos centros de distribución.
A través de ABC podemos saber que el sindicato exige al Gobierno de Catalunya que extreme las medidas y controles para que las cadenas de distribución cumplan la normativa que regula la obligación y el derecho del mercado ante este tipo de abusos considerados ilegales. Posiblemente este tipo de ofertas seduzcan a los consumidores, pero es obvio que a los sindicatos y organizaciones agrarias no les hace ninguna gracia. Sin embargo, volvemos a realizar una pregunta, si se producen este tipo de denuncias cuando el producto se comercializa por debajo de su coste, ¿por qué no pasa lo mismo cuando los precios han sido muy elevados?
Para ser coherentes, sería interesante hablar de aquellas marcas de aceite de oliva virgen extra que comercializan su producto a precios muy superiores y de las que no se habla. Precios incoherentes y que por su marca o etiqueta identificativa como gourmet (cuando no lo son), les facilita la comercialización de un aceite de oliva virgen extra de una calidad que podríamos comparar con otros aceites sin la mención, pero a precios desorbitados evidentemente, todavía esperamos una denuncia por ventas a extremas ganancias. En ambos casos, en ventas a pérdidas o ventas a ganancias, los productores pueden cobrar el mismo precio por litro de aceite pero no se quejan siempre.
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