A principios de año os hablábamos de un modelo de etiquetado semáforo presentado por Coca-Cola, Mars, Mondelez, Nestlé, PepsiCo y Unilever, cuyo cometido era mostrar los principales valores nutricionales por colores en la parte frontal de los envases, según la ración recomendada y no por 100 gramos de producto, que es lo habitual. Comentábamos que claramente se trataba de un etiquetado a conveniencia, ya que los productos con puntos rojos en un etiquetado semáforo basado en la información por 100 gramos de producto, desaparecerían con el modelo de raciones propuesto por la industria, de todo ello os hablábamos en este post.
Pues bien, desde Evolved Nutrition Label Initiative (ENL) se anuncia que empezarán a incluir este nuevo modelo de etiquetado en sus productos en algunos países de la Unión Europea, básicamente se puede decir que las compañías alimentarias implantan el etiquetado semáforo a conveniencia sin tener en cuenta que ha generado polémica y que hay una gran oposición entre asociaciones de consumidores. Desde la ENL (Iniciativa de Etiqueta de Nutrición Evolucionada) se indica que estas etiquetas empezarán a colocarse a finales del presente año de forma gradual, terminando de instaurarse en el año 2020.
Haciendo un paréntesis, merece la pena recordar que en el mes de marzo Mars anunció que se retiraba de este proyecto por no estar de acuerdo con algunos puntos de la iniciativa, la compañía pedía a la Comisión Europea que realizara un balance de la situación y junto a los estados miembros de la UE, desarrollara un reglamento que armonizase el etiquetado interpretativo. De este modo se garantizaría la igualdad de condiciones para las empresas, proporcionándoles seguridad jurídica, algo que se lograría a través de un proceso transparente e inclusivo a nivel comunitario que fuera liderado por la CE, los países miembros, las asociaciones de consumidores, la industria alimentaria y los organismos de salud pública.
Coca-Cola, Mondelez, Nestlé, PepsiCo y Unilever han realizado una encuesta en base al modelo de etiquetado semáforo propuesto entre 3.500 consumidores de siete países comunitarios (Bélgica, Bulgaria, Alemania, Grecia, Polonia, Portugal y España) para conocer las preferencias sobre este tipo de etiquetado nutricional. Según los resultados, ocho de cada 10 con consumidores han considerado que el mencionado etiquetado es fácil de entender y que puede resultar de gran utilidad para poder evaluar rápidamente el contenido nutricional en alimentos y bebidas, lo que permite tomar decisiones de compra informadas.
La mayoría de los encuestados manifestó su preferencia por el etiquetado semáforo frente a un etiquetado en blanco y negro, destacando también que prefieren la información por ración y no por cada 100 gramos de producto, ya que les resulta más sencillo realizar comparativas de nutrientes entre diferentes productos de similares características. Como hemos indicado anteriormente, este modelo de etiqueta permite que apenas aparezcan puntos en color rojo, con lo que muchos productos que analizados en base a 100 gramos se considerarían poco saludables, pasarían automáticamente a poder considerarse saludables. Cierto es que no se incumplen criterios si se analizan los productos por raciones, pero son pocos los consumidores que respetan dichas raciones, a quien le gusta la Nutella, difícilmente consumirá 15 gramos de producto (lo recomendado por la empresa), siendo mucho mayor la ingesta, igual que sucede con los cereales de desayuno, ¿alguien los pesa para comer la cantidad recomendada por el fabricante?
La idea del etiquetado semáforo basado en los 100 gramos de producto alerta a los consumidores de forma más significativa y eso lo saben las compañías alimentarias, de ahí su interés en implantar el etiquetado semáforo en base a un cálculo por raciones. La BEUC (Organización Europea de Consumidores) se ha pronunciado cuestionando los resultados de la encuesta realizada por las compañías, se apunta que no es extraño que los consumidores indiquen que prefieren un etiquetado semáforo en vez de una etiqueta en blanco y negro (pregunta de la encuesta), ¿por qué no les presentaron a los encuestados como comparativa el etiquetado semáforo en base a 100 gramos de producto como el que utiliza el Reino Unido o Francia?
La encuesta simplemente preguntó a los consumidores si preferían los datos codificados por colores, por ración o por 100 gramos de producto, esto no demuestra que la información por ración sea más efectiva que la información en base a 100 gramos a la hora de tomar decisiones de compra y consumo más saludables, algo que debería ser el principal objetivo en cualquier sistema de etiquetado colocado en la parte frontal de los envases. La estrategia de la ENL es hacer que el etiquetado semáforo sea más indulgente y así se demuestra con los ejemplos que proporcionó la asociación alemana Foodwatch en su momento, y que podéis ver a través de las fotografías. Con este etiquetado los consumidores percibirán los productos como más saludables de lo que son en realidad, el exceso de grasa, sal o azúcar no hará saltar la alarma.
No se debería permitir su implantación, es más, se debería instaurar a nivel comunitario un etiquetado semáforo y en base a 100 gramos de producto, si permiten que las compañías introduzcan su modelo, se dará un paso atrás en los esfuerzos realizados para mejorar la alimentación y reducir el índice de sobrepeso y obesidad. Lamentablemente, las compañías cuentan con la aprobación de la CE, esto se deduce porque el mes pasado se reunieron con este organismo para abordar diversos temas relacionados con la información que se muestra en las etiquetas, también se habló del etiquetado semáforo por raciones.
A través de este documento (Pdf) podéis conocer el comunicado realizado por Evolved Nutrition Label Initiative sobre la introducción del nuevo etiquetado semáforo y a continuación, podéis ver el vídeo de la presentación de la propuesta de estas compañías.
1 comentarios
Ok, estas empresas estan por camuflar el contenido en grasa y azucar, dos de los principales venenos que incorporan, perfecto, que se atengan a las consecuencias, porque la campaña «no compres productos trampa» acaba de empezar.
Solo una pregunta, como es que las «autoridades alimentarias» permiten que se estafe al consumidor? es que tienen parte en el negocio?
Gracias.