La introducción de las cámaras de televisión en los mataderos es una tendencia en auge, hace un par de años podíamos saber que la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA (Food Standards Agency)) presentaba una propuesta cuyo objetivo era la introducción de circuitos cerrados de cámaras de televisión en los mataderos, a fin de garantizar un trato digno a los animales. La medida de carácter voluntario, se barajó a raíz de una serie de filmaciones clandestinas que mostraban un trato denigrante a los animales que iban a ser sacrificados. Ahora, una situación similar se produce en Australia, tras unas filmaciones que han aparecido en los medios de comunicación y posterior cierre de mataderos por el maltrato animal, algunas compañías han empezado a introducir las cámaras de vigilancia para ofrecer más confianza y transparencia a los consumidores.
Retomando la situación del Reino Unido, el año pasado varias cadenas de supermercados exigieron que los mataderos que les abastecen de carne instalaran estos sistemas de vigilancia, la finalidad era tranquilizar a aquellos consumidores preocupados por el bienestar animal y poder mostrar que los animales no son tratados cruelmente. Hasta el momento, uno de cada cinco mataderos del Reino Unido ha incluido este sistema (voluntario), la Food Standards Agency sigue con el tema sobre la mesa y no se plantea una legislación que obligue a la inclusión de las cámaras de vigilancia en los mataderos. Sin embargo, el hecho de difundir la lista con los mataderos que sí adoptan la medida es un movimiento de presión que deja al descubierto a quienes no quieren hacerlo.
Por otro lado, la negativa a la inclusión de las cámaras de vigilancia da pie a pensar que no se respeta el bienestar animal, algo que provocaría inspecciones adicionales por parte de los organismos competentes a fin de obligar al cumplimiento de la normativa sobre el trato que se les profiere a los animales en los mataderos. Poco a poco la presión crece y no sólo en el Reino Unido o en Australia, en ese país la compañía Teys Australia, dedicada al mundo de la carne desde hace más de 60 años y responsable del 18% de las matanzas de animales en la industria cárnica, ha decidido brindar un valor añadido a sus productos incluyendo los circuitos cerrados de televisión en los mataderos para demostrar que no tienen nada que ocultar.
Sin embargo, otras multinacionales como JBS Australia, se resisten a la adopción de esta medida obviando la presión de quienes luchan por el trato digno y el bienestar animal, quizá el hecho de que el gobierno se implique en el tema obligue, aunque sea de forma indirecta, a la adopción de este tipo de medidas. Cambiando de país, en Estados Unidos ya es algo común que los mataderos y procesadores de carne cuenten con este sistema de vigilancia, como en el caso de Reino Unido o Australia, es una norma voluntaria y se sigue trabajando para que se extienda por todos los mataderos.
En YouTube podemos encontrar algunos vídeos que nos muestran el grado de crueldad y los malos tratos a los que son sometidos los animales que van a ser sacrificados, a continuación podéis ver un vídeo que nos muestra cómo trabajaban los operarios de un matadero en Sidney, es un vídeo que puede herir la sensibilidad de los lectores, por lo que recomendamos que las personas más susceptibles no lo vean, desollar animales estando vivos, golpearlos con saña, proferir una muerte lenta y agónica… Curiosamente hace un año Australia denunciaba el maltrato en los mataderos indonesios, situación que se reproduce de nuevo, pero ahora en el propio país.
Las cámaras de televisión en los mataderos son una tendencia en auge y a medida que salen a la luz nuevos casos de maltrato animal, se extiende a otros países. Como comentábamos en su momento, no basta con ofrecer alimentos etiquetados con garantías de bienestar animal, hay que imponer medidas que realmente certifiquen el trato digno y los circuitos de televisión son una buena opción. A principios de año podíamos saber que la Unión Europea mejoraba la legislación sobre bienestar animal corrigiendo las deficiencias legislativas, tanto a nivel de productores como de consumidores, proporcionando a estos últimos ciertos criterios para comprar alimentos obtenidos de animales que han recibido un trato digno, pero creemos que es una legislación insuficiente, incrementar las inspecciones e introducir los circuitos cerrados de televisión de forma obligatoria deberían ser medidas a tomar.
Todos preferimos disfrutar de los alimentos sabiendo que se han obtenido de animales que han recibido un trato adecuado. En el artículo de AFN nos hablan de las medidas que se pretenden adoptar en Australia, pero seguimos sin entender por qué no se aplican de forma obligatoria.
Foto | Teys