Parece que ya es una tónica habitual que los cítricos españoles sean más baratos en Alemania que en el país de origen, hace tres años hablábamos de este tema y destacábamos que unas naranjas de gran calibre y calidad, se pagaban en Alemania a unos 0’50 euros por kilo, en el Reino Unido el precio se incrementaba hasta los 0’70 euros, y en el caso de España, el coste alcanzaba los 1’54 euros kilo. En lo que respecta a Alemania, fueron las cadenas de distribución las que forzaron al máximo el precio, ahora de nuevo se produce la misma situación ante el inminente inicio de la campaña citrícola. Las cadenas de distribución alemana planean reventar el precio de las naranjas españolas, y para ello presionan a los operadores españoles forzándoles a que presenten ofertas más ajustadas que las de la campaña del año pasado.
Hay que sumar a esta presión las previsiones que indican una reducción del 20% de la cosecha, la ley de la oferta y la demanda no funciona con las naranjas, la producción será menor y los precios se reducirán aún más ahogando a los productores. Quizá las complicaciones no hayan hecho más que empezar, ¿qué ocurriría si cadenas de distribución de otros países hicieran lo mismo?, si los citricultores ceden, sentarán precedente para que se repita lo mismo en otros mercados. A todo esto hay que añadir que todo el peso recae sobre los productores, la distribución alemana presiona a operadores españoles, éstos a su vez fuerzan a la baja la cotización con almacenes u otros minoristas, la reducción de precios de las naranjas hace la parada definitiva en el productor.
Las cadenas alemanas utilizan estrategias comerciales que deberían haberse prohibido hace años por la Unión Europea, es un caso evidente de especulación alimentaria y de intentar aprovecharse de la situación económica que vive nuestro país, aunque hablamos de naranjas, es posible que también lo experimenten en mayor o menor medida otros alimentos producidos en nuestro país que se exportan al país germano. Los precios razonables brillarán por su ausencia en una fruta que debe viajar unos 2.000 kilómetros hasta llegar al país de destino, algo que se traduce en más gasto energético, más emisiones contaminantes, y a pesar de todo ello, deber ser un producto que se pueda comercializar más barato que en el país de origen.
El año pasado la exportación a nivel económico fue ruinosa, ahora Alemania planea repetir y además beneficiarse con mejores condiciones, ante esta situación, sería preferible regalar las naranjas a los ciudadanos españoles antes que favorecer a países que se jactan de su buena economía, aunque con estos procedimientos no nos extraña. La estrategia comercial que está llevando a cabo la distribución alemana es inadmisible, mientras los agricultores continúan esperando conocer el contenido de la futura ley para mejorar el funcionamiento de la cadena agroalimentaria anunciada por el Ministro de Agricultura, también se espera conocer el paquete de medidas que en teoría este tipo de abusos, medidas que se deben introducir en el marco de la reforma del PAC (Política Agraria Común). La Administración de cada país comunitario debería frenar estos abusos, pero parece evidente que no se realizara por el momento.
Con respecto a la Política Agrícola Común 2014-2020, podéis acceder a www.avaasaja.org para conocer la información relativa al borrador comunitario de la reforma, en el titular se indicaba que perpetuaba el maltrato a la agricultura mediterránea.
El sindicato AVA-ASAJA recomienda que agricultores y operadores españoles aguanten la presión, una cesión podría derivar en problemas mayores, no se pueden seguir dando pasos atrás. No es extraño que cada año se produzca el abandono de explotaciones, reduciéndose la producción y favoreciendo el paso de naranjas de terceros países, más baratas pero cuya calidad deja mucho que desear en comparación con los cítricos nacionales y concretamente con los valencianos, recordemos por ejemplo que se le ha dado vía libre a los alimentos de Marruecos, incluidas las naranjas que además, gozan de una subvención comunitaria para que Marruecos duplique su producción.
AVA-ASAJA asegura que no se va a quedar de brazos cruzados y responderá a este caso evidente de especulación alimentaria ante los operadores que cedan a las exigencias de los distribuidores alemanes. Podéis conocer más detalles de la noticia a través del artículo de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores.
Foto | Celine