Una investigación llevada a cabo por expertos de la Clínica Mayo de Minnesota (Estados Unidos), concluye que las bebidas energéticas aumentan la presión arterial y el estrés en jóvenes adultos sanos. Los participantes de este estudio no tomaban ningún tipo de medicación y no eran fumadores, por lo que los expertos consideran que el consumo habitual de estas bebidas incrementa el riesgo de sufrir enfermedades que afectan a la salud del corazón. También se apunta que si se abusa de este tipo de bebidas aumenta el riesgo de sufrir diabetes, ya que el nivel de azúcar en sangre aumenta con su consumo.
Ya hace años que se advierte de los riesgos de abusar de las bebidas energéticas, muchos expertos han pedido que su publicidad y acceso, especialmente a menores de 18 años, se restrinja. En algunos países han llevado a cabo regulaciones que prohíben la publicidad y limitan la venta y distribución, como es el caso de Arabia Saudí o Lituania. Estas prohibiciones se realizaron a partir de la obtención de los resultados de varios estudios que han relacionado el consumo excesivo de bebidas energéticas con problemas del corazón, con la depresión, con la hipertensión, la aparición de convulsiones y palpitaciones. En su momento la OMS (Organización Mundial de la Salud) dio a conocer un comunicado advirtiendo que las bebidas energéticas se podrían convertir en un problema de salud pública si no se regulaba su consumo entre los más jóvenes.
El nuevo estudio no hace más que confirmar que existen riesgos para la salud por consumir regularmente bebidas energéticas, para los investigadores, los resultados que se han obtenido son motivo de preocupación y no hacen más que demostrar que es urgente adoptar medidas para proteger la salud de los más jóvenes. Merece la pena recordar uno de los últimos estudios realizados por la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) sobre el consumo de estas bebidas en relación al contenido de cafeína y que se publicó en mayo del presente año, en él se concluía que uno de cada tres adultos consume bebidas energéticas, lo que nos da una idea de su elevado nivel de consumo. Anteriormente la agencia ya advirtió en otro estudio realizado hace un par de años, que el 70% de la compra de este tipo de bebidas en la UE las realizan los adolescentes.
Hablando de la cafeína, a diferencia de bebidas como el café que contiene un nivel elevado de cafeína, para los expertos son más peligrosas las bebidas energéticas debido a su sabor dulce y a las agresivas campañas de marketing dirigidas a los jóvenes. Según los últimos datos, uno de cada cuatro jóvenes consumen en una misma vez tres o más latas de este tipo de bebidas, por lo que se excede la cantidad máxima recomendada en adultos de una única dosis de cafeína que no supere los 200 miligramos diarios.
Volviendo al estudio, en él participaron 25 adultos jóvenes divididos en dos grupos, un primer grupo consumió una lata de Rockstar, una bebida energética que se comercializa en muchos países del mundo y cuyo contenido en cafeína es de 160 mg por cada 500 ml de bebida. Esto en su momento obligó en países como el Reino Unido o Canadá a incluir en las latas un mensaje de advertencia indicando que no era una bebida recomendada para los niños, mujeres embarazadas, mujeres que amamantan a sus bebés o personas que son sensibles a la cafeína. Hay que decir que dependiendo del sabor, el contenido de cafeína es mayor, por ejemplo la variedad Rockstar Punched contiene hasta 240 mg de cafeína.
Un segundo grupo consumió un placebo (una bebida de sabor similar pero sin la cafeína u otros estimulantes que contenía la bebida energética, como por ejemplo la taurina). Posteriormente se realizaron mediciones sobre la liberación de las hormonas del estrés y la presión arterial, en el primer grupo los valores se incrementaron de forma significativa. En el caso de la hormona del estrés norepinefrina o noradrenalina, su valor se incrementó en un 74% con la ingesta de una sola lata de bebida, mientras que en el grupo que tomó el placebo el incremento fue del 31%. Esta hormona actúa como neurotransmisor y es liberada por las neuronas simpáticas afectando al corazón, su incremento en el sistema nervioso simpático provoca el incremento de las contracciones. También afecta a otras partes del cerebro, especialmente a la zona donde se controla la atención y la capacidad de respuesta.
Sobre la presión arterial sistólica, valor que corresponde a la tensión arterial cuando el corazón se contrae, en el grupo que tomó la bebida energética se incrementó en un 6%, en cambio en el grupo que tomó el placebo se incrementó un 3%. A la vista de estos resultados, los expertos consideran que las personas deben ser prudentes y evitar consumir regularmente bebidas energéticas, ya que existen riesgos potenciales para la salud sobradamente constatados.
Este es un estudio más que se suma a los ya existentes sobre el tema, y en los que se solicita una regulación urgente, así como la adopción de medidas para proteger la salud de los adolescentes y jóvenes. De acuerdo que se han realizado varias campañas de sensibilización para intentar que se reduzca el nivel de consumo, pero se considera que son poco eficaces y que hay que dar nuevos pasos, como la obligación de incluir mensajes de advertencia en estas bebidas y prohibir la comercialización a menores de 18 años.
Podéis conocer todos los detalles del estudio a través de este artículo publicado en la Clinica Mayo y con más detalle en la revista científica JAMA (The Journald of the American Medical Association).
Foto | Au Kirk