Las angulas ya están rondando los 700 euros el kilo en las pescaderías madrileñas, mientras que en Gijón su coste llega a los 1.000 euros el kilo. Ni con crisis ni sin crisis, las angulas no deben estar en la mesa de Navidad, sino en su hábitat, no por considerarse un producto de lujo al alcance de muy pocos, sino porque como bien sabemos, tanto la angula como la anguila están consideradas una especie en peligro de extinción por la falta de regulación en la pesca, por el cambio climático y por las presas en los ríos entre otras cosas.
La Cofradía de Pescadores de Avilés, así como otras cofradías asturianas se lamentan porque no hay angulas debido a que las condiciones meteorológicas no son nada favorables para el curso del río, que anda muy revuelto. En Ribadesella parece ser que hace más de 15 días que no salen a faenar, el patrón de la Cofradía de Pescadores Virgen de Guía solicita ‘capturas biológicas’ para repoblar el Sella con el fin de evitar la veda temporal, recuperando la especie y por lo tanto, evitando quedarse sin su trabajo.
A todo esto hay que decir que se quejan del precio de la última venta de angulas, rondando los 500 euros cuando el primer día de temporada llegó a los 2.000 euros el kilo de esta valorada especie.
Hay quien augura subida de precios de las angulas para Navidad, como todos los años, pero también hay voces que no tienen tan buenas predicciones.
La exportación es también una de las causas de que la cría de la anguila tenga tan elevado coste, ya hace algunos años que Asia es uno de los mejores mercados para esta especie, pagan el precio que se les pida para llevarlas a sus piscifactorías y hacerlas crecer hasta convertirse en anguilas para venderlas a Japón. Hasta un 85% de las angulas de empresas comercializadoras del País Vasco son para exportar, para el comercio nacional trabajan la gula, el sucedáneo que seguramente conoceréis, pero que trataremos individualmente.
Ya el año pasado se hablaba de los planes de gestión que debían preparar los países de la UE para recuperar la especie, actuación que debería iniciarse a mediados del próximo año, en 2009. Se cree que se solicitará que entre un 30 y un 40% de las angulas puedan regresar al Mar de los Sargazos como anguila para reproducirse, lo que afectaría seriamente a los pescadores y llevaría en muchos casos a la pesca furtiva.
En la Comunidad Valenciana se puede ver la angula fresca de Aguinaga a unos 600 euros el kilo, curiosamente está algo más cara la congelada, pero esto cambiará a medida que se acerquen los días festivos, naturalmente el precio de la angula fresca superará al de la congelada situándose en torno a los 1.100 euros el kilo, 200 euros menos que el año pasado.
También recordamos que en la Navidad de 2007, Xabier Gutiérrez, cocinero e investigador del Laboratorio Arzak, nos invitaba a romper el mito que existe sobre la angula, afirmando que no aporta sabor, únicamente textura. Este alevín tan joven que no desprende aromas, se le añade ajo, no tiene grasas, se hacen con un buen aceite y no debe faltar una buena guindilla.
Así que en lugar de continuar cometiendo un ‘crimen ecológico’ y pagar precios desmesurados por poner la angula en la mesa de Navidad, tomemos el camino del boicot al consumo de atún, apostemos por un buen alimento con propiedades nutritivas y algunas organolépticas como las que puede proporcionar el sucedáneo, las gulas, pero que no falte un buen aceite de oliva virgen extra, ajos de calidad y una espléndida guindilla utilizada con mesura, ¿le añadirías también unas gambas?
Foto | Aguinaga