Como cada mes, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha publicado los datos del IPOD (Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos), recordemos que se trata de un indicador que nos permite tener una idea sobre lo que se llegan a encarecerse algunos alimentos básicos en su viaje a través de la cadena alimentaria. El IPOD señala aquellos alimentos en los que los intermediarios aplican márgenes de beneficios que se pueden considerar especulativos por superar la barrera imaginaria del 500%.
Como sabemos, recientemente se aprobó un paquete de medidas para modificar ley de la cadena alimentaria, medidas que, como ya explicábamos en su momento, son insuficientes y no resuelven varios de los problemas graves que sufre la agricultura. Parece que el panorama de protestas y la exposición de los problemas que tienen los agricultores no afectan a los intermediarios, ya que se mantienen las diferencias especulativas de precio, un ejemplo lo encontramos en las alcachofas, que se encarecen un 639% en su trayecto del campo a la mesa.
En el mes de febrero, el IPOD general se estableció en un 4’41%, lo que supone un incremento de 26 décimas respecto al mes de enero, en el indicador aparecen nueve productos destacados por superar la barrera imaginaria del 500%, por lo que los datos demuestran que los intermediarios son ajenos a los problemas a los que se enfrenta el tejido agroindustrial de nuestro país. Las alcachofas encabezan el ranking de las diferencias especulativas de precio, su diferencia porcentual origen/destino se estableció en un 639%, en origen, el kilo de alcachofas se cotizó a 0’49 euros, lo que supone una bajada de 42 céntimos respecto al mes de enero, y en el mercado los consumidores hemos pagado una media de 3’62 euros por kilo, es decir, 7’39 veces su valor en el campo.
El segundo producto destacado en el IPOD de febrero de 2020 son las patatas, la diferencia porcentual se estableció en un 617%, lo que significa que en el mercado se ha pagado 7’17 veces su valor en el campo. Las patatas se cotizaron a 0’18 euros/kilo en origen (un céntimo más que en enero), mientras que en el mercado el precio medio se incrementó pasando de 1’25 a 1’29 euros/kilo. Como norma general, los intermediarios no ajustan sus márgenes, procuran mantenerlos mediante las variaciones de precio en los extremos de la cadena.
El calabacín se coloca en tercer lugar en el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos con una diferencia porcentual del 610%. En origen, el kilo se cotizó a 0’31 euros, lo que supone una caída de nada menos que 59 céntimos respecto al mes de enero, y en el mercado el precio medio se estableció en 2’20 euros por kilo, lo que representa una bajada de 19 céntimos en el precio. Estos datos reflejan que en el trayecto del campo a la mesa, los calabacines han multiplicado su precio 7’10 veces.
El brócoli alcanzó una diferencia porcentual origen/destino del 595%, en el campo se cotizó a una media de 0’39 euros por kilo, lo que representa una caída de 13 céntimos, mientras que en el mercado, el precio medio se estableció en 2’71 euros, lo que supone una reducción de 4 céntimos y que se ha pagado 6’95 veces su valor en el campo. Como podemos ir comprobando, la bajada de precios en el campo no se traslada en su totalidad a los consumidores, aunque parece que se reducen las diferencias, los márgenes comerciales se incrementan.
En quinto lugar, se clasifica el repollo en este ranking de las diferencias de precio especulativas con una diferencia porcentual del 588%. En el campo, el precio por kilo volvió a caer hasta establecerse en 0’17 euros, y en el mercado el precio medio fue de 1’17 euros por kilo, aunque son 8 céntimos menos que en el mes de enero, la diferencia es importante, ya que los consumidores hemos pagado 6’88 veces su valor.
El resto de productos destacados, como el ajo, la cebolla y los cítricos como las naranjas y las mandarinas, superan ligeramente la barrera imaginaria del 500% (lo podéis ver en la tabla), pero lo peor es que son productos cuya cotización, en la mayoría de ocasiones, ni siquiera logra compensar los costes de producción. Es evidente que mientras no se ponga en marcha una ley sobre los márgenes comerciales de los productos agroalimentarios y se adopten medidas proteccionistas como el aumento de los aranceles a productos de terceros países, entre otras medidas reclamadas por los agricultores y ganaderos, seguiremos viendo diferencias de precio que se pueden considerar totalmente especulativas.
Podéis conocer más detalles del Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos del pasado mes de febrero, a través de la página oficial de la coordinadora agraria.