Las abejas y la miel (II)

En la primera parte de Las abejas y la miel nos introducíamos en el mundo de la apicultura y conocíamos con más detalle cómo se realizaba la trashumancia de las abejas y todos los procedimientos que ello conlleva, la primavera y la floración iniciaban un punto de partida en la producción de miel en el alto Campoo (Cantabria).

En Las abejas y la miel (II) nos muestran cómo se controla la población de abejas reina, la apicultora nos enseña el huevo de una futura reina y el alimento esencial para su desarrollo, la denominada jalea real. Cuando ya se han instalado las alzas de las que os hablábamos en la primera parte del documental, se procede a cerrar la colmena para que las abejas puedan instalarse e inicien el proceso de producción de miel.

La abeja reina es uno de los factores claves en la integridad de la colmena, es la responsable de mantener unidos a todos los miembros, los apicultores necesitan conocer la situación y ubicación de la reina y para ello, se procede al marcado del tórax con una pintura especial (generalmente se utiliza pintura de aeromodelismo), aunque también se marcan con un disco de plástico de color que tiene una numeración, de esta forma se conocerá además la edad de la reina. Como podemos comprobar la técnica es simple, basta con introducir la reina en un cilindro que contiene un embolo a modo de jeringuilla y que la acercará al extremo enmallado, ahora sólo es necesario pintar el tórax.

Las reinas están a punto de salir fuera de su colmena para iniciar el vuelo nupcial o vuelo de fecundación, las abejas reina buscan a los zánganos (abejas macho de la colmena) y realizan la copulación en pleno vuelo, operación que repiten hasta cinco veces, consecuencia de ello el zángano muere al desprenderse su aparato genital. El esperma de los diferentes machos es almacenado en el interior del abdomen, las abejas proliferan rápidamente y el apicultor debe separar los paneles que contienen nuevas abejas a otras colmenas, el mismo procedimiento se realiza con las reinas, en la apicultura es necesario garantizar la integridad de las colmenas y la producción de miel.

Las reinas jóvenes fecundadas se pasan a otras colonias, cuya reina es ya vieja y debe ser reemplazada. En el documental nos explican que una colonia sin reina produce un gran número de zánganos debido a que las obreras ponen huevos sin fecundar. A este tipo de colonias se las denomina zanganeras, hay que destacar que los zánganos aparecen habitualmente en primavera y perduran durante toda la estación reproductiva de la colonia, hasta principios de otoño aproximadamente, pero siempre que existan reinas sin fecundar. El promedio de vida de un zángano es de unos tres meses aunque dependerá de las condiciones alimentarias, si escasea la miel la obreras expulsan a los zánganos de las colonias y mueren de frío o hambre.

Las colonias de abejas son controladas exhaustivamente por los apicultores, regulando la población de reinas y abejas obreras, el proceso de introducción de una reina encierra varios pasos a tener en cuenta, es necesario trasladar la celda al completo con la cera y la jalea real para que el resto de la nueva colonia que la acogerá, se familiarice con las feromonas de la nueva reina. Las abejas realizarán su trabajo de recolección de polen y producción de miel hasta que llega el otoño, entonces se procede a la ‘cata de las alzas’ que contienen la miel almacenada, de ello y de cómo se realiza la recolección de la miel hablaremos en el próximo y último capítulo de Las abejas y la miel.

Actualización
Las abejas y la miel (I)
Las abejas y la miel (III)

Foto 2 | Jurvetson

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