A través de un vídeo de Canal Historia podemos conocer con más detalle uno de los aspectos de la apicultura y la relación entre las abejas y la miel. Nos situamos en el alto Campoo (Cantabria), zona en la que la apicultura tiene una gran importancia, tras mostrarnos cómo eran las antiguas colmenas empleadas por los apicultores, troncos huecos cubiertos con una tabla denominados dufos, pasamos a las modernas colmenas móviles o trashumantes.
Las colmenas son la vivienda de las colonias de abejas, ahora son prácticamente cajas de madera que pueden cerrarse y que contienen panales y marcos móviles que se utilizan para la explotación racional de la miel, sin que se tenga que destruir el nido de las crías. Las colmenas móviles ofrecen grandes ventajas, con la llegada de la primavera se pueden trasladar las colmenas previa preparación, a lugares donde la floración es más evidente, acercando las abejas para facilitarles el trabajo de la elaboración de la miel.
Antes de iniciar la trashumancia de las abejas y trasladarlas a un ambiente más propicio, se procede a ofrecer una suplementación alimenticia de glucosa a las abejas, se trata de un jarabe energético con el que se alimentan durante el otoño, el invierno y la primavera temprana para garantizar su supervivencia hasta que hayan sido trasladadas a campos ricos en polen. Los apicultores indican que las abejas no diferenciarán si se trata de néctar, un pequeño engaño que es de gran utilidad.
Tras introducir la glucosa y esperar al amanecer del día siguiente, se procede a cerrar todos los puntos de salida de las abejas a fin de mantenerlas en su interior mientras se procede al traslado de las colmenas a zonas más propicias para la producción de miel, en este caso campos que estén en plena floración. Según se indica en el documental, el ruido y el movimiento del transporte tranquiliza a las abejas. Tras varios kilómetros de recorrido, se descargan las colmenas en una ladera de la montaña, el siguiente paso es dejar libre la salida de las colmenas para que las abejas puedan iniciar su trabajo de recolección y elaborar el preciado producto, la miel.
Evidentemente, el cambio de hábitat es detectado por las abejas y el malestar es evidente, la herramienta para mantener a las abejas a raya es el humo. Cuando se aplica humo en las colmenas, las abejas toman miel ante el peligro, esto provoca que se les hinche el abdomen complicándoles la posibilidad de que puedan doblarlo para picar. De todos modos y como podemos ver, los apicultores están bien protegidos con un mono, unos guantes y una careta, indumentaria que evita las picaduras.
No se trata de colocar las colmenas en un lugar al azar, además de la zona en floración, se ha de tener en cuenta la colocación de las colmenas, sus salidas nunca deben orientarse hacia el norte, sino hacia el sudeste o el oeste. Hay que decir que la ubicación de las colmenas es muy importante, facilitará la producción y el bienestar de las colonias, hay que evitar que las colmenas estén cerca de campos de cultivo donde se utilizan todo tipo de pesticidas o herbicidas que pueden resultar tóxicos para las abejas, y procurar que estén lejos de caminos o de otros colmenares a fin de evitar la saturación, asegurar la provisión de agua, sea natural o de forma artificial, y entre otras cosas, hay que asegurarse de que las colmenas se colocan en un lugar elevado para evitar peligros de inundaciones.
Tras la trashumancia de las colmenas se procede a verificar si se inicia el acopio de néctar, en este caso los apicultores han elegido una zona en la prima la floración del brezo, la zarzamora y las praderas. El brezo permitirá obtener una miel oscura, con un grado de dulzura inferior y un sabor un poco amargo, se dice que esta miel es ideal para quienes sufren algún tipo de problema cardíaco y para la prevención de la formación de cálculos de riñón, inflamaciones de la vejiga, etc. Como sabemos, existen muchos tipos de miel y cada una ofrece características específicas, miel de romero, miel de aguacate, de tomillo, de eucalipto, de espliego, milflores, miel de azahar, etc.
Las abejas inician su labor, el objetivo principal son los brezos y las flores que producen, los brezos son arbustos de baja altura que producen flores de color rosa violáceo, similares a campanillas colgantes. Estudios científicos han determinado que la flor de brezo contiene diferentes compuestos farmacológicos con propiedades medicinales, es una planta diurética y antiséptica indicada para las inflamaciones de la vejiga, propiedades que son transmitidas a la miel de brezo.
En el documental podemos conocer el sistema que los apicultores utilizan para fabricar los marcos que contendrán las celdillas de cera nueva, son láminas que contienen el dibujo estampado de las celdillas que elaboran las abejas en estado natural. Una vez preparados los marcos, se les aplica calor para que queden integradas en el marco, también se nos muestra como se prepara el humo que servirá para aturdir a las abejas, el humo se produce a partir de tela de arpillera, tela que habitualmente se utiliza para fabricar sacos o piezas de embalaje.
Los marcos fabricados sirven para colmar las necesidades de espacio de aquellas colonias superpobladas en el mes de julio, esta particularidad puede hacer que parte de la colmena emigre y por ello, con las nuevas alzas (10 marcos con nuevas celdillas) se evita la migración con una nueva reina, se podría decir que la colmena dobla su capacidad. Se controla metódicamente el estado de salud de la colmena, su producción de huevos, el nacimiento de las nuevas crías o la producción de miel.
En la segunda parte del documental Las abejas y la miel, podremos conocer cómo los apicultores controlan la población de abejas reina y la producción de jalea real, alimento de las abejas reina. También podremos conocer cómo se marcan a las reinas responsables de una colmena, o como se controlan los desequilibrios de población creando nuevas colonias y ampliando la producción.
Actualización
Las abejas y la miel (II)
Las abejas y la miel (III)
Foto 2 | Kaibara87