La Plaza de San Antonio de Vinaròs acoge la terraza del Mesón de La Mera, un restaurante emblemático de la ciudad que también participa en el Langostino Tapa Tour Vinaròs. Anoche, con la luna en lo más alto, el mar de fondo y el calor estival remitiendo, disfrutamos de la creación culinaria que podéis ver sobre estas líneas y que como sabéis, podréis degustar cualquier día hasta el próximo 21 de septiembre, fecha en la que finalizará el Tour de la Tapa del Langostino de Vinaròs.
Aprovechamos para recordaros que los restaurantes del club de producto Vinaròs Gastronómico son nueve, mismo número de tapas que podemos degustar en el Langostino Tapa Tour Vinaròs, acompañado de una copa de cava, vino o cerveza, por un precio de 5 euros. En los mismos establecimientos encontraréis los folletos que muestran la ruta, las tapas y las direcciones de los restaurantes, un espacio para que votéis por vuestra tapa favorita y unas casillas que si las sellan un mínimo de seis restaurantes (lo que significa degustar seis tapas de esta ruta gastronómica), os pueden hacer ganar una cena para dos personas.
Además de el Langostino Tapa Tour Vinaròs, se están celebrando las Jornadas de Cocina Aplicada al Langostino de Vinaròs, un menú degustación también a precio fijo (39 euros), con el Langostino de Vinaròs como protagonista, lo que sin duda invita a continuar la comida o la cena en el restaurante en el que estamos degustando las tapas, dichas jornadas también se extenderán hasta el próximo mes de septiembre.
Pero vayamos al grano, tenemos ganas de comentaros la tapa creada por el Mesón de La Mera, que nos ha mostrado una receta tradicional de la cocina marinera vinarocense que desconocíamos. La tapa se llama Solla-cru, y se trata de unas Sopes rossejades y carpaccio de langostinos con crujiente de langostinos.
La base de esta elaboración es una sopa elaborada con un fumet muy sabroso y pan duro o pan del día anterior, se cocina como un arroz a banda o como un rossejat de arroz o de fideos, el resultado en la cocina actual lo podéis ver en las imágenes, ahora tenemos que descubrir la elaboración tradicional para seguir aprendiendo historia de la gastronomía.
En la cuidada presentación de las Sopes rossejades y carpaccio de langostinos con crujiente de langostinos, encontramos una semiesfera de la sopa de pan parcialmente napada por una oblea de carpaccio de langostino adecuadamente aderezado, salado con cristales de sal negra que aportan ese sabor ligeramente ahumado y mineral.
No falta la aportación de volumen y la textura crujiente en la tapa, que viene dada por un fino crujiente de langostino. Un plato muy equilibrado y radiante expresando el sabor del mar.