A finales del mes pasado hablábamos sobre la confusión que provoca Carrefour entre los consumidores con los alimentos que comercializa a granel, concretamente hablábamos de los jamones y de las etiquetas en las que aparecía el precio de compra. La disparidad era evidente, unos jamones se comercializaban con el precio expresado por cuarto de kilo, otros por kilo y otros, como un centro de jamón ibérico de cebo deshuesado para tapas, con el precio expresado por 150 gramos.
Os comentábamos que en la ordenanza del Comercio Minorista de la Alimentación se explica que en la venta fraccionada de alimentos los productos deben estar expuestos con rótulos o carteles perfectamente legibles y fáciles de entender, la información sobre el precio debe tener en cuenta la normativa vigente sobre la unidad de medida que corresponda según el alimento, sea kilogramos, pieza, litro o docena.
Con la estrategia de Carrefour para mostrar los precios de venta, se lograba alcanzar una ‘hegemonía’ de precios, muchos consumidores daban un vistazo a las cifras y confundían la información creyendo que el precio era por kilo (algo a lo que todos estamos acostumbrados), de este modo parecía que el precio de venta a granel de algunos jamones eran auténticas gangas. No es extraño, por tanto, que más un consumidor se quejara al pasar por caja y comprobar que el precio de lo comprado era significativamente superior a lo esperado (cuatro veces más).
Es evidente que un jamón ibérico de calidad no puede tener un precio similar al de un jamón de batalla, sin embargo, algunos consumidores lo interpretaban como una rebaja u oferta excepcional. En su momento consideramos que Carrefour debería abandonar esta práctica desleal en la que se intentaba evitar mostrar precios elevados en los carteles informativos que acompañaban a las piezas de jamón, de este modo se podría dar más salida a estos productos.
Pues bien, parece que Carrefour ha tomado nota de nuestra reclamación, tras ponerse en contacto con nosotros para poder saber en qué centro se llevaba a cabo esta estrategia (algo que nos sorprendió, ya que se supone que todos los centros llevan a cabo una política similar en estas cuestiones), la cadena multinacional francesa de distribución ha realizado algunos cambios. No son precisamente los que esperábamos, pero ahora cualquier consumidor puede conocer claramente y sin necesidad de tener que realizar cálculos mentales, cuál es el precio por kilo.
Según hemos podido constatar, la venta de alimentos a granel en Carrefour ahora es más transparente, al menos en este caso. Se ha abandonado la letra pequeña difícil de leer, todos los precios se muestran con la misma unidad (250 gramos) y en el cartel se ve claramente el precio por kilo de producto. Las nuevas etiquetas informativas no tienen nada que ver con las que os mostramos anteriormente, si comparáis la fotografía sobre estas líneas, con la primera fotografía que también aparecía en el post en el que denunciábamos este tipo de prácticas desleales, se pueden apreciar perfectamente los cambios.
En cada pizarra informativa de cada jamón aparece el nombre de la marca, el precio por 250 gramos y el precio del kilo, información mostrada con una letra clara y fácil de leer. Evidentemente habría menos errores si directamente se hubiera puesto el precio por kilo, pero al menos ahora es mucho más complicado que los consumidores se puedan equivocar si leen la información. Debemos decir que agradecemos que hayan realizado este cambio por el bien de sus clientes, pero también por el suyo propio, a los clientes hay que cuidarlos, no ponerles retos, pues son los que les dan de comer.
Este es un ejemplo más de por qué es necesario reclamar y dar a conocer lo que se puede considerar como prácticas desleales que parecen intentar confundir a los consumidores. En el caso del precio de los jamones de venta a granel, ahora se ha puesto en marcha una política informativa más transparente, pero hay que decir que en Carrefour seguimos encontrando mucha información que acompaña a los productos que induce a error o se podría considerar fraudulenta.
Pero ya sabemos que Carrefour no es el único canal de distribución que lleva a cabo prácticas que inducen a error, en mayor o menor medida la mayoría de las cadenas de distribución, supermercados, etc., recurren a todo tipo de trucos que confunden a los consumidores con el único propósito de obtener el máximo beneficio.