Veinte días después de conocer la noticia de que el Restaurante Casa Marcelo cerraba, para abrir con un nuevo concepto gastronómico en el mismo local de Santiago de Compostela, llegó el momento de conocer todas las novedades en ‘La última cena de Casa Marcelo’ celebrada en el Fórum Gastronómico de Girona, tal y como nos lo habían anunciado.
El auditorio ha sido el escenario de un evento singular y único, Marcelo Tejedor e Iván Domínguez, acompañados de todo su equipo, han elaborado un menú con algunos de los platos más emblemáticos de Casa Marcelo con el deseo de homenajear a algunas de las personas que han sido más importantes en la trayectoria profesional de Marcelo. Recordemos que la última cena de Casa Marcelo sería disfrutada por trece comensales elegidos, porque son trece los años que ha estado abierto el restaurante y trece es el año del Fórum en el que ha decidido despedirse.
Los invitados a ‘La última Cena’ han sido Pep Palau, Jaume Von Arend, Jordi Garrido, Enric Rovira, Yolanda León, Luis Trego, Koldo Rodero, José Luis Gutiérrez, Nandu Jubany, Gastón Acurio, Xavier Pellicer, Joan Roca y Jacques Maximin.
Marcelo nos ha contado en muchas ocasiones que Jacques Maximin ha sido su maestro, hoy nos cuenta además cuánto se ha inspirado en Joan Roca, que Perú le abrió las puertas a través de Gastón Acurio, que Nandu Juvany siempre le ha acogido con los brazos abiertos, que sin Xavier Pellicer no habría ido a trabajar con Jacques Maximin, que Pep Palau y Jaume von Arend siempre le han brindado la ocasión de explicar su trabajo en el Fórum, tanto en Girona como en Santiago de Compostela… y el resto han sido compañeros de viaje, para el cocinero gallego es un honor dedicarles la última cena.
Sentados en una gran mesa, los invitados de Marcelo y su equipo les preparan cinco platos, empezando por dos tapitas que representan el terruño y el ‘maruño’, unas hojas de berza frita y una Gilda de merluza de Celeiro.
Mientras se van preparando estos platillos, Marcelo nos cuenta qué les ha motivado a dar carpetazo al restaurante. En el año 1999 comer en Casa Marcelo costaba 3.500 pesetas, sólo había menú degustación, ya sabéis que fue pionero en la omisión de la carta en el restaurante, lo que hizo muy difícil conseguir clientes, poca gente entraba al restaurante, y cuando se enteraban de que no había carta la mayoría se marchaba. No le conocían y tenían miedo, tuvo que ganarse la confianza, un cocinero tiene que generar confianza. Llegó el punto en el que se veía tan desolado en su casa que cuando veía a posibles clientes dudar, les pedía que se quedaran y que si no les gustaba que no pagaran, pero que no se fueran. Y así fue como consiguió ganarse la confianza, que se conociera su cocina y todo lo que esto ha representado.
Pero llegó un momento en el que Marcelo Tejedor e Iván Domínguez se plantearon hacer un cambio. Nos cuenta que la clave se la dio una pareja que tiempo atrás iba a Casa Marcelo dos o tres veces al mes. Un día se los encontró y le dijeron que no podían ir al restaurante porque estaban pasando una mala situación económica, y como esta pareja hay muchas personas más. Así que, ¿qué va a ser de Casa Marcelo?, cierra el restaurante para abrir, el próximo 1 de abril, una taberna.
Se desprende del menú degustación que tantas satisfacciones ha aportado (después de las primeras dificultades), la taberna va a ofrecer una combinación de cocina gallega y cocina japonesa en formato de tapas o raciones, todo a precios más accesibles para todos. En principio también iban a cambiar el nombre del negocio, pero finalmente lo van a mantener, seguirá llamándose Casa Marcelo, y el timón lo van a llevar Iván y Carlos, aunque Marcelo no dejará de estar detrás de ellos.
Los invitados a la última cena continuaron disfrutando de los emblemáticos platos del restaurante mientras Marcelo nos explicaba todas las novedades de la taberna, una sopa de fideos tostados en homenaje a su madre, una yema de huevo de caserío con tocino ibérico, una lubina con salsa de soja y vinagre (con un ahumado que vamos a intentar practicar en nuestra cocina y os lo explicaremos con más detalle), la paletilla de cerdo con salsa gribiche y una tarta de Santiago muy particular, de Casa Marcelo.
Sobre estas líneas podéis ver un resumen del recorrido de Marcelo Tejedor y de su restaurante. Preferimos lluvia a las estrellas, somos agua y piedra… y la catedral sigue estando en Compostela.
Allí nos vemos.